Cuanto me alegro por ella. Ojala que su liberación sea un pequeño paso para conseguir algo de democracia en Birmania.
Personas como ellas son dignas de admiración, y merecedoras del Nobel de la Paz, ojala lo disfrute con sus seguidores, familia y amigos, en plena libertad de movimientos.
Me alegro por ella.Supongo que recuperar algo de libertad,por poco que sea,será aire fresco para su estabilidad emocional y personal.
Gente admirable.