LD (EFE) El Gobierno español, en su papel de organizador, y la Delegación del Reino Unido, en su papel de presidente de turno de la Unión Europea y de la Conferencia Euromediterránea, no han podido lograr que las delegaciones asistentes en Barcelona acuerden una definición exacta sobre lo que es terrorismo. Los negociadores británicos y españoles no lograron mediar entre los países árabes e Israel, que mantuvieron hasta el final sus posturas obligando a que finalmente se emitiera una declaración de la presidencia que —según matizó Blair— logró "una fuerte condena contra el terrorismo, la más dura que se podía aprobar".
Fuentes del Gobierno de España habían informado previamente que la Cumbre Euromediterránea aprobó un Código de Conducta Antiterrorista y un plan de acción para los próximos cinco años. Respecto al código, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, dijo que se establecerán iniciativas de cooperación entre ministerios del Interior y Fuerzas de Seguridad apoyadas por vez primera por árabes e israelíes. Informó también de que el plan de acción para los próximos cinco años ha añadido un capítulo sobre inmigración a los tres tradicionales de medidas políticas, económicas y socio-culturales.
Terrorismo e inmigración, el reto
Los documentos finales fueron presentados en una conferencia de prensa a la que asistieron el primer ministro del Reino Unido y presidente en turno de la Unión Europea, Tony Blair; el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el secretario general del Consejo, Javier Solana.
En su oportunidad, Tony Blair enfatizó que los delegados se han pronunciado por una pronta resolución del conflicto entre israelíes y palestinos y por el establecimiento de dos países conviviendo juntos y en paz. Además, destacó que en problema de la inmigración ilegal, se han obtenido un compromiso para atajar el fenómeno. También afirmó que en la Cumbre Euromediterránea se "ha logrado una fuerte condena contra el terrorismo, la más dura que se podía aprobar".
Posteriormente, Zapatero consideró que la Cumbre de Barcelona ha logrado "un hecho sin precedentes" con el Código de Conducta Antiterrorista, en el que cree que ha habido una "condena enérgica sin paliativos". Para el jefe del Ejecutivo, ese texto acordado es un ejemplo del "salto cualitativo" que ha supuesto la cita para la colaboración entre la UE y los países de la ribera sur del Mediterráneo.
Enseguida, destacó que en los trabajos y negociaciones, los delegados han trabajado porque el Mediterráneo sea un espacio de paz y cooperación, además de integración regional contra problemas comunes. Entre los retos, destacó la inmigración ilegal y el terrorismo. En el primer caso, dijo que, al ser un fenómeno positivo para los países de origen y destino —"siempre y cuando esté bien gestionada y regulada"—es urgente "dar pasos" para lograr establecer un proceso que permita, "sobretodo", canalizar ayuda a los países que exportan inmigrantes.