La Cumbre de Guadalajara concluye pidiendo una reforma en la ONU, el FMI y el Banco Mundial

 

Por su parte, el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, como presidente de una de las mesas sobre cohesión social, también destacó la importancia de reformar los organismos multilaterales y financieros para mejorar el desarrollo y solidaridad internacional. Afirmó que una "visión unilateral" de los problemas del mundo "lleva a una profundización de la desigualdad" y señaló que "la cohesión social y el desarrollo de los pueblos es absolutamente el gran reto del siglo XXI".

Mientras se celebraba la Cumbre eurolatinoamericana, estalló una batalla campal entre grupos de jóvenes y policías antidisturbios en las proximidades del Instituto Cultural Cabañas, sede del encuentro. Al menos diez personas fueron detenidas y 25 heridas entre policías y manifestantes a consecuencia de los disturbios.

En tanto, la "Declaración de Guadalajara" condenó las torturas a presos iraquíes sin mencionar a EEUU y dejó fuera de los 104 puntos el rechazo a la ley Helms-Burton contra Cuba. El punto fue finalmente eliminado ante la "provocadora" y "poco constructiva" actitud de la delegación cubana, según dijeron fuentes comunitarias. Poco antes de la clausura de la Cumbre, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque anunció que aprobaba "con reservas" la declaración, en protesta por lo que consideró la omisión de una condena explícita por las torturas a presos iraquíes y al embargo a su país.

El presidente del Gobierno español aconsejó a Cuba que reflexione sobre el hecho de que haya sido "minoritaria" su opinión crítica acerca de la declaración final de la Cumbre de Guadalajara. Rodríguez Zapatero dijo que la declaración "está medida" y "ponderada", contiene una condena "a todo tipo de torturas y malos tratos", con "una mención expresa a lo que ha pasado en Irak", y ha recibido un "consenso unánime".