LD (Agencias) "Son símbolos muy importantes junto con los de las identidades nacionales", manifestó el comisario europeo Michel Barnier. "La realidad de hoy en día es que todos somos ciudadanos de Estados miembros con tradiciones e historias diferentes, pero que al mismo tiempo, todos somos europeos", subrayó un portavoz de la Comisión Europea. Por otra parte, las últimas reuniones de la Convención han servido para resolver dos cuestiones que preocupaban especialmente a Alemania y a Francia.
Últimos cambios, inmigración y cultura
En el primer caso, se trata de dar personalidad jurídica al tratado Euratom y la política de inmigración. Berlín ha logrado en este sentido que el texto proteja las prerrogativas de los Estados miembros en cuanto a la fijación de cuotas de entrada de inmigrantes con fines laborales o no. Tras intensos debates, Francia ha conseguido por su parte la denominada "excepción cultural", reflejada en un artículo que señala que el Consejo decide por unanimidad para la negociación y la conclusión de acuerdo en materia de comercio de servicios culturales y audiovisuales, cuando éstos pueden poner en riesgo la diversidad cultura y lingüística de la Unión".
Es decir, además de los símbolos, las últimas modificaciones del texto introducen nuevas disposiciones para impulsar la coordinación en política social, investigación, salud e industria, y el respeto a la diversidad cultural. Los países tendrán poder de decisión sobre el contingente de inmigrantes que recibirán en sus fronteras, mientras que el Tratado de Euratom queda al margen de esta Constitución. La Carta Magna europea entrará en vigor tras ser ratificada en referéndum por los ciudadanos -caso de España- o por los parlamentos nacionales. Giscard D'Estaing viajará el próximo 18 de julio a Roma para hacer entrega al presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, de la propuesta de Constitución. Posteriormente los gobiernos abrirán en octubre la Conferencia Intergubernamental en la capital italiana para redactar la futura Carta Magna de la UE, tomando como base el trabajo de la Convención.
El proyecto de Constitución europea ha quedado rematado a la espera de las modificaciones que experimente durante las discusiones de la Conferencia Intergubernamental que se celebrará en octubre. "Aquí termina un trabajo agotador, pero quizás histórico", dijo el presidente de la Convención para el Futuro de Europa. Atrás quedan un total de 26 sesiones de trabajo en las que se ha escuchado a los jóvenes, a la sociedad civil, a los agentes sociales y a los representantes de las regiones. Se han hecho 1.812 intervenciones, lo que supone un tiempo de palabra total de 5.436 minutos, y casi 6.000 enmiendas. Giscard d'Estaing será el encargado de presentar al presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, el próximo 18 de julio en Roma, este texto resultado de una reflexión "estructurada, global, pública y transparente sobre el futuro de Europa".
España luchará por su cuota de poder y la herencia cristiana
La cuota de poder se ha revisado en este texto constitucional dando mayor peso a la población, revisando así lo acordado en Niza y perjudicando a España, El Gobierno defiende que con este modelo sería Turquía, si algún día entra en la UE, la que mayopr poder tendría. España luchará por cambiarlo e incluir la herencia cristiana, ahora difuminada en el etxto con vagas rfeferencias al humanismo. El PSOE considera que España es el único país que no ha logrado dejar solucionadas sus preocupaciones en este foro, puesto que el texto que será entregado a la presidencia italiana incluye una modificación del sistema de formación de mayorías que no satisface a España. Según Josep Borrell, "no parece" además que España vaya a tener en el marco de la Conferencia Intergubernamental (CIG) más apoyos que los de Polonia, que está en una situación similar de acuerdo a los votos en el Consejo, y, "quizás, Reino Unido por razones de coalición porque no pierde nada con las nuevas reglas de votación que se recogen en la Constitución". En este sentido, el PSOE respaldará la posición española en el CIG que se iniciará en octubre, siempre que las reclamaciones respecto al peso en el Consejo se unan a la de más eurodiputados.
La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, dijo que a pesar del "éxito" de la Convención europea, "las preocupaciones de España no han variado, porque en 15 días no se cambia de opinión". La modificación del Tratado de Niza que propone la Convención en lo que respecta al sistema de toma de decisiones en el Consejo de la UE es el origen de estas preocupaciones mencionadas por la ministra. Palacio no obstante recordó que "hay otros países que también tienen preguntas y planteamientos en cuestiones que no se han debatido lo suficiente en la Convención". La ministra señaló que "ahora empieza una etapa nueva", en la que una Conferencia Intergubernamental (CIG) redactará la Constitución de la UE, y "como gobierno plantearemos una estrategia para llegar cuanto antes a un resultado", subrayó.
La CIG -prosiguió- "tiene que revisar todo el texto, pero espero que se mantenga el acervo convencional. Trabajaré para que lleguemos a tiempo para que la firma pueda ser en mayo (de 2004) cuando formalmente formarán parte de la UE diez nuevos Estados". La ministra alabó el resultado de la Convención, ya que en su opinión "ninguna CIG hubiera conseguido lo que ahora se ha conseguido, consensos que hacen avanzar Europa". Dijo que "aquellos asuntos que se han debatido a fondo", se han presentado respuestas, como "las preocupaciones de los ciudadanos sobre la justicia o sobre el papel de Europa en el mundo". "Ha sido una revolución metodológica sobre la forma de hacer derecho internacional a través del consenso, en un foro donde nadie está representado de acuerdo a su peso", apuntó la titular española de Exteriores.
Últimos cambios, inmigración y cultura
En el primer caso, se trata de dar personalidad jurídica al tratado Euratom y la política de inmigración. Berlín ha logrado en este sentido que el texto proteja las prerrogativas de los Estados miembros en cuanto a la fijación de cuotas de entrada de inmigrantes con fines laborales o no. Tras intensos debates, Francia ha conseguido por su parte la denominada "excepción cultural", reflejada en un artículo que señala que el Consejo decide por unanimidad para la negociación y la conclusión de acuerdo en materia de comercio de servicios culturales y audiovisuales, cuando éstos pueden poner en riesgo la diversidad cultura y lingüística de la Unión".
Es decir, además de los símbolos, las últimas modificaciones del texto introducen nuevas disposiciones para impulsar la coordinación en política social, investigación, salud e industria, y el respeto a la diversidad cultural. Los países tendrán poder de decisión sobre el contingente de inmigrantes que recibirán en sus fronteras, mientras que el Tratado de Euratom queda al margen de esta Constitución. La Carta Magna europea entrará en vigor tras ser ratificada en referéndum por los ciudadanos -caso de España- o por los parlamentos nacionales. Giscard D'Estaing viajará el próximo 18 de julio a Roma para hacer entrega al presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, de la propuesta de Constitución. Posteriormente los gobiernos abrirán en octubre la Conferencia Intergubernamental en la capital italiana para redactar la futura Carta Magna de la UE, tomando como base el trabajo de la Convención.
El proyecto de Constitución europea ha quedado rematado a la espera de las modificaciones que experimente durante las discusiones de la Conferencia Intergubernamental que se celebrará en octubre. "Aquí termina un trabajo agotador, pero quizás histórico", dijo el presidente de la Convención para el Futuro de Europa. Atrás quedan un total de 26 sesiones de trabajo en las que se ha escuchado a los jóvenes, a la sociedad civil, a los agentes sociales y a los representantes de las regiones. Se han hecho 1.812 intervenciones, lo que supone un tiempo de palabra total de 5.436 minutos, y casi 6.000 enmiendas. Giscard d'Estaing será el encargado de presentar al presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, el próximo 18 de julio en Roma, este texto resultado de una reflexión "estructurada, global, pública y transparente sobre el futuro de Europa".
España luchará por su cuota de poder y la herencia cristiana
La cuota de poder se ha revisado en este texto constitucional dando mayor peso a la población, revisando así lo acordado en Niza y perjudicando a España, El Gobierno defiende que con este modelo sería Turquía, si algún día entra en la UE, la que mayopr poder tendría. España luchará por cambiarlo e incluir la herencia cristiana, ahora difuminada en el etxto con vagas rfeferencias al humanismo. El PSOE considera que España es el único país que no ha logrado dejar solucionadas sus preocupaciones en este foro, puesto que el texto que será entregado a la presidencia italiana incluye una modificación del sistema de formación de mayorías que no satisface a España. Según Josep Borrell, "no parece" además que España vaya a tener en el marco de la Conferencia Intergubernamental (CIG) más apoyos que los de Polonia, que está en una situación similar de acuerdo a los votos en el Consejo, y, "quizás, Reino Unido por razones de coalición porque no pierde nada con las nuevas reglas de votación que se recogen en la Constitución". En este sentido, el PSOE respaldará la posición española en el CIG que se iniciará en octubre, siempre que las reclamaciones respecto al peso en el Consejo se unan a la de más eurodiputados.
La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, dijo que a pesar del "éxito" de la Convención europea, "las preocupaciones de España no han variado, porque en 15 días no se cambia de opinión". La modificación del Tratado de Niza que propone la Convención en lo que respecta al sistema de toma de decisiones en el Consejo de la UE es el origen de estas preocupaciones mencionadas por la ministra. Palacio no obstante recordó que "hay otros países que también tienen preguntas y planteamientos en cuestiones que no se han debatido lo suficiente en la Convención". La ministra señaló que "ahora empieza una etapa nueva", en la que una Conferencia Intergubernamental (CIG) redactará la Constitución de la UE, y "como gobierno plantearemos una estrategia para llegar cuanto antes a un resultado", subrayó.
La CIG -prosiguió- "tiene que revisar todo el texto, pero espero que se mantenga el acervo convencional. Trabajaré para que lleguemos a tiempo para que la firma pueda ser en mayo (de 2004) cuando formalmente formarán parte de la UE diez nuevos Estados". La ministra alabó el resultado de la Convención, ya que en su opinión "ninguna CIG hubiera conseguido lo que ahora se ha conseguido, consensos que hacen avanzar Europa". Dijo que "aquellos asuntos que se han debatido a fondo", se han presentado respuestas, como "las preocupaciones de los ciudadanos sobre la justicia o sobre el papel de Europa en el mundo". "Ha sido una revolución metodológica sobre la forma de hacer derecho internacional a través del consenso, en un foro donde nadie está representado de acuerdo a su peso", apuntó la titular española de Exteriores.