La Comisión Europea rechaza crear las figuras de presidente y vicepresidente de la UE

LD (Agencias) En una declaración apoyada por el conjunto del colegio de comisarios de la Comisión Europea que preside Romano Prodi, se considera que las propuestas de Giscard "no reflejan los debates" que desde hace más de un año se desarrollan en el seno de la Convención sobre la reforma de los Tratados de la UE tras la ampliación. Entre esas propuestas difundidas ayer figura la creación de un presidente de la UE, un vicepresidente y un ministro de Asuntos Exteriores, además de una Comisión Europea integrada por sólo once comisarios y hasta doce consejeros

La propuesta de Valery Giscard para crear la figura de un presidente y vicepresidente de la UE se encuentra incluida en las iniciativas principales presentadas al presidium o equipo de gobierno de la Convención que prepara la reforma de la Unión Europea, para ser incluida en el futuro Tratado Constitucional de la Unión Europea. En rueda de prensa el portavoz de la Convención, Nikolaus Meyer-Landrup, ha explicado que el presidente europeo debería además tener “una experiencia de al menos dos años” como jefe de Gobierno de un país miembro, y ejercer el cargo “a tiempo completo”.

El futuro Consejo de la UE debería contar con un vicepresidente y un ministro de Asuntos Exteriores, según la propuesta, con el fin de garantizar la continuidad de las instituciones europeas. Tanto los cargos de presidente como de vicepresidente de la Unión deberían ser elegidos por mayoría cualificada, y las funciones del presidente serían presidir las reuniones del Consejo y representar a la Europa comunitaria en el exterior.

El vicepresidente, por su parte, presidiría el Consejo de Asuntos Generales de la Unión, según Giscard, quien ha propuesto esta figura con el fin de "contentar a los países pequeños" que temen perder peso en la futura configuración de la UE, según el portavoz. Respecto al ministro de Exteriores, debería ocupar además el cargo de vicepresidente de la Comisión Europea, y por lo tanto estar sujeto a las reglas de esta institución. También debería ser nombrado, según la propuesta de Giscard, por la mayoría cualificada de los miembros del Consejo, aunque no se le exige haber ocupado previamente un cargo determinado en alguno de los países miembros, como en el caso del presidente.