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LA CLAVE: Apoyo aéreo 7x24 a la tropa en Bagdad

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha empezado a aplicar sobre Bagdad tácticas novedosas de apoyo a las tropas en tierra. La cobertura permanente desde el aire ha conseguido dispersar ya a buena parte de las fuerzas iraquíes y podrían decidir el resultado del combate urbano.

L D (EFE) El jefe de la aviación estadounidense en el Golfo Pérsico, general Michael Moseley, explicó que decenas de aviones de combate y bombarderos se encuentran permanentemente sobre la capital iraquí, de cinco millones de habitantes, mientras las tropas avanzan desde los suburbios. Durante la última semana, los aviones de EEUU y el Reino Unido han efectuado un promedio de 1.000 salidas diarias desde bases y portaaviones en el Golfo Pérsico, el mar Mediterráneo, la isla Diego García, en el Océano Indico, e Inglaterra.

Moseley dijo que si los restos de las divisiones de la Guardia Republicana iraquí, que el Pentágono considera disgregadas, se han concentrado en la capital y deciden lanzar una sangrienta batalla urbana, los aviones lanzarán una amplia gama de bombas y cohetes de precisión, día y noche, en una especie de lucha aérea casa por casa. "Hemos empezado a aplicar un concepto de operaciones para el apoyo del combate urbano", dijo Moseley en conferencia de prensa transmitida por vídeo-conferencia al Pentágono desde su puesto de mando en el Golfo. "Vamos a seguir hasta el final. Seguiremos matándolos hasta que capitulen".

Según Moseley, "el truco está en el uso del arma más pequeña que sea posible para lograr el efecto máximo de manera que se eviten las pérdidas innecesarias de vidas civiles y la destrucción de propiedades". Durante la semana pasada, las tropas estadounidenses ocuparon el aeródromo de Tallil, a las afueras de Nasiriya, que no se ha usado durante 12 años desde que EEUU y el Reino Unido impusieron, por su cuenta, dos zonas de exclusiones aéreas que privaron a los iraquíes del uso de dos tercios de su espacio aéreo.

Desde allí se han lanzado incursiones de aviones de combate y bombardeo, y actualmente siempre hay una fuerza de 150 aparatos sobre el campo de batalla, las 24 horas del día gracias a los relevos que permite el alto número de aeronaves, para destruir cualquier tanque, vehículo, unidad de infantería o posición de artillería que se identifique. Moseley dijo que entre las armas con que cuentan hay bombas guiadas por láser, de 225 kilos de peso pero sin explosivos, que pueden destruir edificios por mero impacto sin daño a las construcciones vecinas o lesiones para los civiles.

La narración que hace el Pentágono del curso de la campaña apoya la teoría de guerra de su jefe, Donald Rumsfeld, del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general de la Fuerza Aérea, Richard Myers, y otros estrategas estadounidenses según los cuales la amplia ventaja tecnológica de EEUU reduce la necesidad de tropas de tierra. En la Primera Guerra del Golfo en 1991 las llamadas "armas inteligentes" –misiles y bombas guiadas por láser, radar, rayos infrarrojos y satélites– representaron apenas el 8 por ciento de la munición descargada durante 42 días sobre Irak antes de que irrumpieran las tropas en el invadido Kuwait.

En seis semanas en 1991, EEUU lanzó unas 9.250 bombas guiadas y 300 misiles crucero Tomahawk. En las primeras dos semanas de la Segunda Guerra del Golfo, los aviones de EEUU han arrojado más de 14.000 bombas guiadas de precisión, y desde los buques de guerra se han lanzado más de 750 Tomahawk. Para la batalla que se ha iniciado en Bagdad, según Moseley, se "presta mucha atención a que no se cree un caos ni haya gran destrucción dentro de la ciudad".

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