LD (EFE) El sistema antimisiles de fabricación israelí, denominado "Guardián de vuelo", cuyo precio es de un millón de dólares, será instalado de forma experimental en un avión tipo Boeing de pasajeros de la compañía El-Al. El dispositivo ha sido usado desde hace años por los aviones de la Fuerza Aérea israelí en vuelos bajo peligro de ser atacados por ese tipo de cohetes o por misiles de aire-aire.
El sistema pone en acción un cohete que atrae y desvía al misil enemigo, y fue desarrollado por Fabricaciones Militares y la empresa de radares Elta, subsidiaria de las Industrias Aeronáuticas de Israel (IAI). El dispositivo es una especie de señuelo o "trampa" que atrae a los misiles que operan sobre su objetivo atraídos por el calor y los desvía.
El 28 de noviembre de 2002 un avión de la empresa aérea israelí Arkía, con unos doscientos pasajeros a bordo que regresaban a Tel-Aviv desde el aeropuerto de Mombasa, en Kenia, fue atacado al despegar con dos misiles disparados por desconocidos desde las afueras de ese terminal. Los cohetes no dieron en el blanco. Ese frustrado ataque, indica el rotativo israelí, aceleró la adaptación del sistema para grandes aviones de pasajeros, declaró el ministro de Transportes, Meir Shitrit.