Pedro Pablo Kuczynski resuena en todos los peruanos como el nombre de una persona exitosa. En 1966, con apenas 28 años, desempeñó el cargo de gerente del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) bajo el primer gobierno de Fernando Belaúnde. Después fue su ministro de Energía y Minas en el segundo gobierno (1980-1985) para volver a la vida política en la presidencia de Alejandro Toledo (2001-2006) para ocupar los cargos de primer ministro y ocupar la cartera de Economía. Para muchos, es el responsable -junto a su equipo- de un país ordenado en materia económica con índices positivos de crecimiento.
Hace un año, Libertad Digital tuvo el privilegio de entrevistar al que hoy en día se conoce mejor por sus siglas de PPK. En ese momento aún no había confirmado su candidatura en especial porque las encuestas le daban poco más del 1% (cuando no lo agregaban en el sector de los "otros"). Casi 12 meses después, PPK ya no tiene ese 1% sino un alentador 15%. Algunos creen que necesitaría más de las dos semanas -las que quedan para las elecciones- para lograr entrar en la segunda vuelta, sobre todo porque los tres punteros tienen un promedio de 20%.
Lo que sí parece es que PPK es la opción de aquellos que no quieren ver a una Fujimori de 36 años al frente del país, a un nacionalista cuyas relaciones con Chávez no han sido descartadas del todo, o a un ex presidente como Toledo que, aunque tuvo un buen gobierno, estuvo muchas veces más ligado a pequeños escándalos que mellaron sus cinco años al frente del país. Lo que no ayuda a Kuczynski son las acusaciones por su relación con diferentes empresas o su doble nacionalidad peruano-estadounidense, algo que legalmente no le impide ser candidato y presidente. Sin embargo, hace ya varios meses prometió renunciar al pasaporte de EEUU en el caso de presentarse a las elecciones, algo que hasta ahora no parece haber hecho y que algunos sectores le achacan con exagerada dureza.
Los últimos sondeos le dan el cuarto lugar a Kuczynski con un 16%. Tras conocer que el nacionalista había subido hasta el primer lugar, quiso dejar algo en claro: "Le estamos ganando a Humala en el sur que es su gran bastión, como Cusco y Arequipa (...) en Puno estamos subiendo fuerte también" y agregó que "estoy absolutamente seguro que le gano a Humala bien fuerte. El Perú quiere la prosperidad". Hace dos días, y seguramente animado por sus ascendentes cifras, dijo que "yo trato de no insultar a nadie porque en el gobierno se necesita concertación. Si gano la elección habrá que formar una coalición, y tengo experiencia en ello porque formé la Alianza por el Gran Cambio".
Lo cierto es que ya han comenzado a aparecer algunas voces que apuntan a que PPK se verá obligado a apoyar a algún candidato para evitar una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Humala, un extremo que muchos peruanos temen. Sin embargo, Kuczynski se ve con mucha fuerza y confiado en que dará la sorpresa entrando en la segunda vuelta y lo cierto es que nadie puede culparlo porque ha logrado despertar un entusiasmo inusitado en algún sector de la población aunque por el momento sus grandes bazas son los electores del nivel A y B y sobre todo en Lima. Sus cifras fuera de la capital aún son bajas.
En el caso de verse en la imposibilidad de subir más de ese 15% podría convertirse en un elemento decisivo para cualquier candidato.