LD (EFE) Tras la aprobación del Gobierno reformista que encabezará para los próximos cuatro años, Vojislav Kostunica, definió como el primero de los principios de su gestión la preservación de Kosovo, provincia serbia poblada por una abrumadora mayoría de albaneses que reclaman la independencia.
Tras reiterar la propuesta de Belgrado de dotar a la provincia de una autonomía sustancial, Kostunica dijo que "cada ciudadano de Serbia sabe que la política estatal para Kosovo significa que (esta provincia), conforme a la Carta de la ONU y de la Constitución de Serbia, es parte integrante e inalienable de Serbia".
El futuro estatuto de Kosovo debe ser decidido por el Consejo de Seguridad de la ONU tras un debate sobre el plan del mediador Martti Ahtisaari, quien propone una independencia bajo supervisión internacional. Kostunica se mostró convencido de que se apruebe una resolución "que arrebate el quince por ciento de territorio" a un país miembro de Naciones Unidas.
La aprobación del Gobierno estuvo en el último momento a punto de fracasar a causa de un acalorado debate desencadenado por una información sobre una acción de búsqueda contra el criminal de guerra Ratko Mladic. Los diputados del "ultra" Partido Radical Serbio (SRS) y los socialistas, antiguos aliados en el poder en la década pasada, que se oponen a la extradición de los acusados de crímenes de guerra a la justicia internacional, amenazaban con un boicot si Kostunica no explicaba la operación.