LD (Agencias) Este domingo entró en vigor la nueva Constitución de Kosovo, que confirma el actual estatus político de la región, con los albanokosovares en el poder, y supone el primer paso para el fin de un protectorado de la ONU que ya ha cumplido nueve años.
La entrada en vigor de la nueva Carta Magna tiene lugar apenas cuatro meses después de la aprobación de la declaración unilateral de independencia con respecto a Serbia, una acción reconocida formalmente por las principales potencias occidentales, pero rechazada por Serbia o Rusia. En total, 43 países han reconocido la independencia de Kosovo.
"Esto demuestra que Kosovo es un país democrático y ha aceptado y respetará los más altos valores y criterios internacionales", afirmó el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, en rueda de prensa tras la ceremonia oficial en la que se firmaron las 41 nuevas leyes que acompañarán a la Constitución.
Mientras, Serbia afirma que la nueva Constitución no deberá aplicarse a las zonas de mayoría serbia del norte de Kosovo. "Para Serbia, (la Constitución) no tiene fuerza legal. Serbia considera Kosovo como un territorio propio del sur.
Serbia sigue defendiendo su independencia y soberanía por la vía pacífica, mediante la diplomacia y no mediante la fuerza", afirmó el presidente serbio, Boris Tadic, desde Belgrado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias RIA Novosti. En ese sentido, Tadic insistió en la negociación como vía de resolución del contencioso.
Está previsto que el ex ministro para Kosovo serbio, Slobodan Samardzic, visite la ciudad de Mitrovica, dividida por la nueva frontera entre Kosovo y Serbia, donde tiene previsto anunciar la creación de un nuevo parlamento serbio en Kosovo, formado por representantes de la minoría serbia de Kosovo elegidos en las elecciones del pasado mes de mayo.
La nueva Constitución invita a la Unión Europea a asumir el papel de supervisión de la construcción del Estado de Derecho en Kosovo, tomando así el relevo de la misión de la ONU, la UNMIK, que desde 1999 administra la ex provincia serbia.
El texto se basa en la propuesta de estatuto del ex enviado de Naciones Unidas en la zona, Martti Ahtisaari, de una independencia tutelada para Kosovo, en la que Policía, Justicia y fronteras son supervisadas por la comunidad internacional. También invita a la OTAN a mantener el control de la seguridad y entrenar a la futuras fuerzas de seguridad kosovares, un cuerpo de protección multi-étnico que se calcula tendrá 3.000 efectivos.
La propuesta de Ahtisaari no fue aprobada por el Consejo de Seguridad debido al rechazo de Rusia, que apoya a Serbia en su defensa de Kosovo como parte inalienable de su territorio. Como alternativa, el secretario general de la ONU, Ban-Ki Moon, ha sugerido reducir el papel de UNMIK, poner a la misión europea EULEX bajo el paraguas de la ONU, concederle gradualmente más responsabilidad a la Policía y Justicia kosovar y, al mismo tiempo, darle más derechos a los serbio-kosovares.