L D (EFE) El diplomático, de 71 años, fue embajador de su país ante la ONU, donde presidió durante dos años el Comité de Sanciones contra Irak, impuestas tras la primera guerra de Irak, después de que Sadam Hussein invadiera Kuwait.
El portavoz de la ONU, Stephan Dujarric, dijo en una rueda de prensa que la primera misión de Van Walsum será "consultar a las partes y a los gobiernos para buscar maneras de romper el actual estancamiento político para resolver el conflicto del Sahara". El peruano Álvaro de Soto, que no contaba con el apoyo de Argelia y el Frente Polisario como interlocutor, ejerció el cargo hasta que en junio pasado fue nombrado enviado especial de la ONU para Oriente Medio.
De Soto sustituyó al anterior enviado especial de la ONU en el Sahara, el ex secretario de Estado estadounidense James Baker, quien dimitió frustrado por el estancamiento de las negociaciones para buscar un acuerdo político. Baker durante su mandato presentó distintos propuestas de paz, la última conocida como Plan Baker, que fue aceptado por el Frente Polisario y Argelia, pero fue rotundamente rechazado por Marruecos, lo que congeló las negociaciones.
Este plan preveía un período de autonomía de unos cinco años para el Sahara Occidental, después del cual se celebraría un referéndum para decidir sobre su autodeterminación. En las sucesivas resoluciones de renovación de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara (MINURSO), dicho plan ya no se menciona y el gobierno marroquí ha indicado en distintas ocasiones que lo da por "muerto".
El portavoz de la ONU, Stephan Dujarric, dijo en una rueda de prensa que la primera misión de Van Walsum será "consultar a las partes y a los gobiernos para buscar maneras de romper el actual estancamiento político para resolver el conflicto del Sahara". El peruano Álvaro de Soto, que no contaba con el apoyo de Argelia y el Frente Polisario como interlocutor, ejerció el cargo hasta que en junio pasado fue nombrado enviado especial de la ONU para Oriente Medio.
De Soto sustituyó al anterior enviado especial de la ONU en el Sahara, el ex secretario de Estado estadounidense James Baker, quien dimitió frustrado por el estancamiento de las negociaciones para buscar un acuerdo político. Baker durante su mandato presentó distintos propuestas de paz, la última conocida como Plan Baker, que fue aceptado por el Frente Polisario y Argelia, pero fue rotundamente rechazado por Marruecos, lo que congeló las negociaciones.
Este plan preveía un período de autonomía de unos cinco años para el Sahara Occidental, después del cual se celebraría un referéndum para decidir sobre su autodeterminación. En las sucesivas resoluciones de renovación de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara (MINURSO), dicho plan ya no se menciona y el gobierno marroquí ha indicado en distintas ocasiones que lo da por "muerto".