Colabora

Kirchner acusa a "grupos paramilitares" de la desaparición de dos testigos clave sobre torturas durante la dictadura

Una dura advertencia del presidente argentino, Néstor Kirchner, a quienes "quieren obtener a través del miedo la impunidad" precedió la aparición, con una fuerte conmoción y signos de tortura, de un hombre que había desaparecido tras testificar sobre la represión de la última dictadura militar.

LD (EFE) Altos funcionarios del Gobierno del presidente de Argentina, Néstor Kirchner, aseguraron que "la presión" ejercida con el discurso del mandatario "fue muy importante" para hallar con vida al albañil Luis Gerez, encontrado la noche de este viernes en la localidad de Garín, a las afueras de Buenos Aires, tras haber permanecido desaparecido durante dos días.
 
"Fue torturado. Tenía marcas de cigarrillos en el pecho y signos de ligaduras en las muñecas", informó el ministro bonaerense de Seguridad, León Arslanián, quien relató que cuando Gerez fue secuestrado "le colocaron una bolsa en la cabeza y lo arrastraron al suelo del automóvil". Agregó que "son resabios de una práctica de políticos o militares de la represión" ejercida durante la dictadura militar (1976-1983).
 
Algunas versiones, incluso, sostienen que el albañil, de 51 años, fue sometido a simulacros de fusilamiento durante su cautiverio. Minutos después de su liberación, el propio Gerez le aseguró a Kirchner en una conversación telefónica que le debe "la vida" por su reacción al secuestro, según comentaron allegados a la víctima.
 
Kirchner atribuyó a "grupos paramilitares y parapoliciales" la desaparición de Gerez y la de Jorge Julio López, de 77 años, otro testigo en una causa por crímenes de la dictadura militar cuyo paradero se desconoce desde el 18 de septiembre último. Además, aseguró que el Gobierno no permitirá "que paren los juicios" contra represores del régimen militar, reactivados luego de que el año pasado la Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de las denominadas "leyes del perdón".
Las normas de Obediencia Debida y Punto Final, dictadas en la década de 1980, habían librado de responsabilidad a más de un millar de militares y policías acusados de delitos de lesa humanidad. La declaración de Gerez contra el ex comisario Luis Patti, a quien el albañil acusó de haberle torturado en 1972, fue fundamental para que la Cámara de Diputados evitara en mayo pasado que el ex comisario asuma el escaño para el que había resultado elegido en los comicios legislativos de 2005.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario