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Kerry promete que nunca dudará en "usar la fuerza" militar de EEUU "cuando se necesite"

John Kerry ha aceptado formalmente la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia de EEUU con un duro ataque al presidente George Bush por la guerra de Irak y la promesa de llevar al país de nuevo a la prosperidad económica. Entre las ruidosas ovaciones de los miles de delegados a la Convención Demócrata de Boston, Kerry prometió que, si es elegido presidente, "seré un comandante en jefe que nunca nos conducirá de manera engañosa a una guerra".

John Kerry ha aceptado formalmente la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia de EEUU con un duro ataque al presidente George Bush por la guerra de Irak y la promesa de llevar al país de nuevo a la prosperidad económica. Entre las ruidosas ovaciones de los miles de delegados a la Convención Demócrata de Boston, Kerry prometió que, si es elegido presidente, "seré un comandante en jefe que nunca nos conducirá de manera engañosa a una guerra".
L D (EFE) En un largo discurso en el que explicó su personalidad y sus políticas, Kerry se comprometió a proteger la clase media de EEUU, y a devolver al país a la época de prosperidad económica que vivió durante la presidencia de su correligionario Bill Clinton entre 1993 y 2001. Entre los compromisos del candidato demócrata figuran la honradez, la seguridad nacional, mayor empleo, mejor educación y más cobertura sanitaria e investigación en células madre.
 
Kerry criticó duramente a Bush por la forma en que decidió lanzar la guerra en Irak y organizó la ocupación de ese país, y prometió que si gana las elecciones de noviembre respetará la "vieja tradición" que dice que "EEUU nunca va a la guerra porque queremos, sólo vamos a la guerra porque tenemos que hacerlo". También dijo que devolverá "la confianza y la credibilidad a la Casa Blanca".
 
Kerry dice que hará "una guerra contra el terrorismo más inteligente"

John Kerry recalcó en varias ocasiones su capacidad de afrontar con firmeza la amenaza terrorista y afirmó que emprenderá "una guerra contra el terrorismo más inteligente y efectiva". También atacó a Bush y al Partido Republicano por acaparar el patriotismo estadounidense afirmando que "la bandera no pertenece a ningún presidente, no pertenece a ninguna ideología y no pertenece a ningún partido político".
 
Aludiendo a su pasado militar, el candidato demócrata dijo que defendió EEUU "cuando era joven y lo defenderé como presidente", y recalcó que nunca dudará "en usar la fuerza cuando se necesite" y que "cualquier ataque tendrá una respuesta rápida y segura".
 
Promete devolver a EEUU a la prosperidad alcanzada con Clinton

En el lado económico, Kerry no dudó en arroparse en el manto de la presidencia de Clinton, al prometer que devolverá a EEUU al período de prosperidad que vivió el país durante la década de 1990. En este sentido, recordó que con Clinton se crearon 23 millones de puestos de trabajo, se logró un superávit presupuestario, millones de personas salieron de la pobreza y la clase media mejoró su nivel de vida.

El candidato demócrata insistió en varias ocasiones en que la clase media del país vive peor con Bush que hace cuatro años y criticó las restricciones presupuestarias que han generado los déficit creados por los recortes de impuestos a los más ricos y que han perjudicado especialmente a los programas sociales. Kerry dijo que "los salarios caen, los costes de la sanidad suben y nuestra gran clase media se está reduciendo". A este respecto, señaló que "hay gente que trabaja los fines de semana, que trabaja en dos o tres empleos y aún así no consigue salir adelante".

Kerry prometió también que no privatizará la Seguridad Social (algo que estudia hacer Bush si es reelegido) y mejorar la cobertura sanitaria de los jubilados. Para todo ello, dijo que contará con su candidato a vicepresidente, el senador John Edwards (Carolina del Norte), al que definió como "un luchador para la clase media".

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