LD (Agencias) Los cinco titulares y los diez miembros suplentes de la nueva directiva del CNE que asumen sus funciones con carácter provisional, fueron designados el pasado lunes por la Sala Constitucional del Supremo. Su misión más llamativa será la de decidir sobre la validez del proceso emprendido por la coalición opositora Coordinadora Democrática para efectuar un referendo sobre la continuidad de Chávez en la presidencia del país.
También deberá resolver problemas relacionados con otros 74 referendos que, según la prensa, han sido solicitados contra autoridades municipales y regionales de elección pública. Igualmente tendrá la responsabilidad de elaborar los reglamentos y normas requeridos para desarrollar y ejecutar los referendos y cualquier otro tipo de elección o consulta que se pueda presentar.
El nuevo CNE estará presidido por el independiente Francisco Carrasquero, que tendrá como compañeros de directiva a los oficialistas Oscar Battaglini y Jorge Rodríguez y a los opositores Sobella Mejías y Ezequiel Zamora, que actuará como vicepresidente. Expertos en asuntos jurídicos como el ex magistrado del Supremo, Carlos Escarrá, consideran que dada la tarea burocrática que tiene por delante el CNE, es materialmente imposible que el referendo contra Chávez pueda celebrarse en lo que resta de 2003.
También deberá resolver problemas relacionados con otros 74 referendos que, según la prensa, han sido solicitados contra autoridades municipales y regionales de elección pública. Igualmente tendrá la responsabilidad de elaborar los reglamentos y normas requeridos para desarrollar y ejecutar los referendos y cualquier otro tipo de elección o consulta que se pueda presentar.
El nuevo CNE estará presidido por el independiente Francisco Carrasquero, que tendrá como compañeros de directiva a los oficialistas Oscar Battaglini y Jorge Rodríguez y a los opositores Sobella Mejías y Ezequiel Zamora, que actuará como vicepresidente. Expertos en asuntos jurídicos como el ex magistrado del Supremo, Carlos Escarrá, consideran que dada la tarea burocrática que tiene por delante el CNE, es materialmente imposible que el referendo contra Chávez pueda celebrarse en lo que resta de 2003.