LD (EFE) La Gran Sala de la Corte de Estrasburgo, integrada por 17 jueces y cuyos fallos son definitivos, han ratificado en apelación la decisión de la primera instancia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictada en marzo de 2003, según la cual el proceso al que fue sometido Abdulá Ocalan en Turquía no fue equitativo.
Conocido como "Apo" y encarcelado en solitario en la isla turca de Imrali, el líder kurdo cumple cadena perpetua por traición y responsabilidad en la muerte de más de treinta personas en atentados terroristas después de que se conmutara en 2002 la sentencia de muerte dictada contra él en 1999.
La petición de un nuevo juicio a Ocalan pone en aprietos al Gobierno turco que ha reconocido que negarse a ello supondría presiones añadidas en las negociaciones para su ingreso en la Unión Europea (UE), pero aumentaría las tensiones en medio de un creciente sentimiento nacionalista entre la población turca.
En su sentencia, los magistrados europeos indican que "cuando un particular ha sido condenado por un tribunal que no cumple las condiciones de independencia e imparcialidad exigidas por el Convenio (Europeo de Derechos Humanos), un nuevo juicio o una reapertura del procedimiento a petición del interesado representa en principio un medio apropiado de reparar la violación constatada". Pero, matizan que "las medidas de reparación específicas a tomar por un Estado defensor (...) dependen necesariamente de las circunstancias particulares de la causa", indican que "debe ser tenida en cuenta la jurisprudencia de la Corte".
En ese sentido, "la Gran Sala hace suyo" el "enfoque general" de la Corte Europea "en el contexto específico de los casos contra Turquía sobre la independencia e imparcialidad de los tribunales de seguridad del Estado": "la reparación más apropiada consistiría en volver a juzgar al demandante a su petición y en tiempo útil".