"Quiero rendir también un tributo especial, un homenaje desde el fondo de mi corazón, a un hombre que brillará en la historia patria como aquel que devolvió a los colombianos la esperanza en el mañana y la posibilidad de recorrer sin miedo nuestro hermoso país", señaló Santos.
Agregó que las próximas generaciones descubrirán "con admiración que fue el liderazgo del presidente Uribe" el que sentó las "bases para un país próspero y en paz en que vivirán". A juicio de Santos, Uribe "es un colombiano genial e irrepetible", e insistió en que gracias a él y su familia "dejaron un país donde es posible hablar de progreso, de prosperidad, de futuro y de paz".
Santos, en uno de los momentos más aplaudidos de su discurso, se mostró orgulloso de haber heredado el legado de Uribe y proclamó que luchará "por consolidar y acrecentar su inmensa obra de Gobierno". Afirmó que no retrocederá en el camino recorrido y que, tal como lo prometió en su campaña, avanzará "desde la seguridad democrática hacia la prosperidad democrática". También tuvo palabras de elogio para la esposa del ahora ex presidente Uribe, Lina Moreno, a quien calificó de "mujer excepcional" que trabajó "con dedicación y discreción por las causas más justas".
Ofrece diálogo a las FARC pero con condiciones
Además, el nuevo presidente entreabrió la puerta a un posible diálogo con los terroristas para poner fin al conflicto interno que vive el país, aunque prometió que lo hará con un lucha "sin tregua ni cuartel". "No descansaremos hasta que no impere plenamente el estado de derecho en todos y cada uno de los corregimientos de nuestra Patria. Al mismo tiempo quiero reiterar: La puerta del diálogo no está cerrada con llave", dijo.
Santos envió un mensaje claro y directo a los terroristas: "A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y negociación les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia y la contracción de una sociedad mas prospera, equitativa y justa".
Pero les puso condiciones: "la renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la extorsión, a la intimidación". "Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción", advirtió.
Quiere una normalización con Venezuela y Colombia
Uno de los temas más candentes en la región es la crisis que vive Colombia con Venezuela después de las pruebas que presentó el gobierno de Uribe ante la OEA sobre la presencia de terroristas en territorio venezolano, algo que provocó la ruptura de relaciones por parte de Chávez.
Este sábado, Santos mostró sus intenciones: "Así como no reconozco enemigos en la política nacional, tampoco lo hago en ningún Gobierno extranjero. La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus vecinos o con cualquier nación del planeta".
"Uno de mis propósitos fundamentales como presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador, restablecer la confianza y privilegiar la diplomacia y la prudencia", precisó el mandatario quien anunció que con Caracas buscará un diálogo franco y directo, con lo que descartó las ofertas de mediación de gobiernos amigos.