La actitud del Gobierno con Marruecos ha alcanzado cotas tan altas de sumisión que hasta El País ha caído en ello. Este miércoles, el diario desvelaba que Jiménez sabía que Marruecos atacaría el campamento de El Aaiún. Jáuregui niega que sea así. Como el resto del Gobierno, no ha condenado lo ocurrido.
No ha podido ser Trinidad Jiménez quien diera la cara en el Congreso ante el conflicto del Sahara y las informaciones publicadas por El País. El ministro de Exteriores marroquí le habría comunicado al Gobierno que atacarían el campamento saharaui en su última visita, a lo que España no tuvo nada que objetar.
Y no ha podido ser Jiménez quien diera la cara porque está de viaje oficial en Sudamérica, durante 11 días, donde está regalando jamones de jabugo a Evo Morales. Por ello, la pregunta que le ha planteado el PNV a la ministra de Exteriores en la Cámara ha tenido que ser respondida por Ramón Jáuregui.
Era el diputado vasco Aitor Esteban Bravo quien formulaba la pregunta clave, preguntando al Ejecutivo por su conocimiento de los hechos que han dejado al menos ocho muertos. Jáuregui era claro: "Esa noticia es falsa, el Gobierno no tuvo conocimiento a este respecto".
Tras eso, se esforzó por transmitir la "colaboración de España" para que "vuelva a la normalidad entre los saharauis y Marruecos" pero no supo concretar ni una sola de las mediadas llevadas a cabo para ello.
"Confianza" en una investigación de Rabat
Ha insistido en que el Ejecutivo "ha vivido con honda preocupación" lo ocurrido en el campamento, y ha hecho un llamamiento a la "normalización de la situación en El Aaiún". Ha añadido que el Gobierno "también ha conseguido de Marruecos que estos hechos sean debidamente investigados".
Según Jáuregui, el Ejecutivo "ha recibido información" del Ministerio de Gobernación marroquí de que la información se ha encargado a la Fiscalía del reino alauí, y ha confiado en que se desarrolle "con eficacia y garantías".
En interpelación parlamentaria, Jáuregui intentó explicar la tibia respuesta del Gobierno español al conflicto. Tras decir que el origen del problema es el paro y la falta de vivienda en esa zona del Sahara, dijo que el asuntó se complicó tras la muerte del joven saharahui. Entonces, Marruecos restringió la entrada de periodistas y políticos españoles a la zona. El Gobierno dice que no pudo hacer nada para evitarlo porque "la admisión en territorio forma parte del nucleo duro de la soberanía de un país", reconociendo de esta manera la soberanía de Marruecos sobre el Sahara.
Ante el revuelo que han causado sus palabras, el ministro de la presidencia Jáuregui ha querido explicarse y ha declarado en el pasillo del Congreso que con ellas él no ha hecho "ningún reconocimiento de soberanía de Marruecos sobre un contencioso que está pendiente" desde hace 35 años y que requiere "una solución política bajo los auspicios de la ONU".
"Simplemente he querido decir que en la actualidad es Marruecos el que determina, por su capacidad de administrar ese territorio, quién entra y quién no entra (en el Sáhara). Ese ha sido el sentido de mis palabras", ha afirmado.
También en conversación informal con los periodistas, Jáuregui ha hablado de Marruecos como administrador del Sáhara Occidental, pero ha insistido en que con sus palabras sólo pretendía reflejar una situación 'de facto'.