LD (EFE) Christopher Hill, enviado especial de EEUU a la península coreana, declaró en Tokio que junto con el Gobierno japonés ambas naciones "estamos interesados en tratar de resolver este problema y proteger a los dos países ante la posibilidad de que ocurran nuevos acontecimientos en relación con los programas de armas de Corea del Norte".
Explicó que Japón y EEUU reafirmaron su compromiso para poner en marcha una "acción concreta" que impida a Corea del Norte llevar a cabo nuevas pruebas de misiles que pongan en peligro la seguridad del este de Asia. A pesar de la importancia de ese compromiso, el diplomático no especificó qué medidas concretas se adoptarán.
Hill también subrayó la importancia de que se aplique la resolución 1695 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre esos ensayos de misiles realizados el pasado cinco de julio. El texto condena a Corea del Norte por ese lanzamiento de siete misiles balísticos, incluido un intercontinental "Taepodong-2", capaz de alcanzar territorio de EEUU, y hace un llamamiento a Pyongyang a restablecer la moratoria sobre este tipo de pruebas que firmó en 1999 y violó en julio.
También demanda a los países miembros de la ONU a ejercer su vigilancia para impedir la transferencia de componentes y tecnología relacionados con la producción de este tipo de armamento.