LD (EFE) En una conferencia de prensa, el portavoz del Gobierno de Japón, Shinzo Abe, indicó que el lanzamiento del misil norcoreano "Taepodong-2" tendrá "severas acciones", a título propio como en coordinación con EEUU. El proyectil tiene un alcance de entre 3.500 y 6.700 kilómetros.
"Corea del Norte no tiene nada que ganar con el lanzamiento de ese misil", dijo el funcionario que no quiso concretar qué tipo de acciones adoptaría Japón contra Corea del Norte. Tampoco accedió a comentar la veracidad de las informaciones de los servicios de inteligencia sobre la inminencia de ese lanzamiento.
Abe urgió a Corea del Norte a poner fin a todo tipo de preparativos para el lanzamiento de misiles balísticos (prohibido por la moratoria firmada por Pyongyang en 1999) y a retornar a la mesa de negociaciones sobre su programa de armas nucleares, estancadas desde noviembre pasado. Según el ministro, Tokio ya ha hecho llegar a Corea del Norte su malestar a través de medios diplomáticos en China.
El pasado sábado, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Taro Aso, afirmó que Japón consideraría tal lanzamiento como una "grave provocación" y reclamaría la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para una eventual imposición de sanciones económicas. Ese punto de vista lo compartió el embajador estadounidense en Japón, Thomas Schieffer, quien celebró una reunión de urgencia con Aso.