LD (Agencias) El ministro Portavoz del Gabinete, Yasuo Fukuda, resaltó en rueda de prensa que "en las circunstancias actuales se necesita un marco en el que la comunidad internacional pueda estar unida". Francia y Alemania mostraron su escepticismo a la propuesta estadounidense y sus dirigentes señalaron ayer en Dresde (Alemania) que el borrador de resolución no reúne las condiciones necesarias para que sus países la respalden.
Pese a la petición nipona a los gobiernos galo y alemán, Fukuda declinó esclarecer la postura japonesa sobre la resolución, que pretende crear en Irak una fuerza multinacional al mando de Washington. Para evitar comprometerse, Fukuda esgrimió que el asunto debe dejarse al Consejo de Seguridad, del que este país no es miembro. Para el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, el proyecto de resolución no explica cómo se transferirá la soberanía al pueblo de Irak, ni tampoco define con claridad el mayor papel que se pide a la ONU en Irak.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, fue uno de los gobernantes que antes comprometió el respaldo del país a la guerra iniciada por EEUU contra el régimen de Sadam Husein, aunque no envió tropas por impedirlo la Constitución pacifista del país. A instancias del Gobierno, el Parlamento aprobó en el verano una legislación especial para que un contingente de las Fuerzas de Defensa japonesas puedan acudir a Irak para la reconstrucción del país, pero los recientes atentados en ese país y el aumento de la inseguridad han retrasado el envío de los militares japoneses y no parece que puedan ir antes del año próximo.
Pese a la petición nipona a los gobiernos galo y alemán, Fukuda declinó esclarecer la postura japonesa sobre la resolución, que pretende crear en Irak una fuerza multinacional al mando de Washington. Para evitar comprometerse, Fukuda esgrimió que el asunto debe dejarse al Consejo de Seguridad, del que este país no es miembro. Para el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, el proyecto de resolución no explica cómo se transferirá la soberanía al pueblo de Irak, ni tampoco define con claridad el mayor papel que se pide a la ONU en Irak.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, fue uno de los gobernantes que antes comprometió el respaldo del país a la guerra iniciada por EEUU contra el régimen de Sadam Husein, aunque no envió tropas por impedirlo la Constitución pacifista del país. A instancias del Gobierno, el Parlamento aprobó en el verano una legislación especial para que un contingente de las Fuerzas de Defensa japonesas puedan acudir a Irak para la reconstrucción del país, pero los recientes atentados en ese país y el aumento de la inseguridad han retrasado el envío de los militares japoneses y no parece que puedan ir antes del año próximo.