LD (Agencias) Las autoridades de Japón estudian imponer sanciones económicas a Pyongyang, según ha mencionado Yasuo Fukuda, ministro portavoz del Gobierno. La amenaza nipona responde a las presiones ejercidas por grupos cívicos de apoyo y por los cinco ciudadanos japoneses secuestrados por agentes norcoreanos, quienes piden a la administración del primer ministro Junichiro Koizumi la imposición de sanciones a Corea del Norte debido a la falta de cooperación del régimen estalinista.
Los cinco secuestrados a finales de los años setenta y principios de los ochentas, regresaron en octubre con un permiso temporal que les concedió el gobierno norcoreano. Pero poco después de su regreso decidieron, con el respaldo del Gobierno nipón, prolongar su estancia de forma indefinida, por lo que quedaron separados de sus familias, que viven en Corea del Norte.
Desde entonces, la principal exigencia de los cinco secuestrados es volver a ver a sus familias y para ello no cesan de pedir al Gobierno que negocie con Pyongyang el envío de esos familiares a Japón con el fin de que se instalen en este país. La implicación de la sociedad japonesa en la "tragedia" de estos secuestrados y la presión de grupos civiles de apoyo lograron hoy que las cinco víctimas mantuvieran un encuentro de diez minutos con el jefe del Gobierno, quien les prometió que continuaría esforzándose por la pronta reunificación de las familias.
Pero en cuanto a la posibilidad de "castigar" económicamente a Corea del Norte con el propósito de obligar al país comunista a reanudar el diálogo bilateral, estancado desde octubre, el mandatario japonés mostró cautela y señaló la necesidad de "estudiar varias situaciones".
Los cinco secuestrados a finales de los años setenta y principios de los ochentas, regresaron en octubre con un permiso temporal que les concedió el gobierno norcoreano. Pero poco después de su regreso decidieron, con el respaldo del Gobierno nipón, prolongar su estancia de forma indefinida, por lo que quedaron separados de sus familias, que viven en Corea del Norte.
Desde entonces, la principal exigencia de los cinco secuestrados es volver a ver a sus familias y para ello no cesan de pedir al Gobierno que negocie con Pyongyang el envío de esos familiares a Japón con el fin de que se instalen en este país. La implicación de la sociedad japonesa en la "tragedia" de estos secuestrados y la presión de grupos civiles de apoyo lograron hoy que las cinco víctimas mantuvieran un encuentro de diez minutos con el jefe del Gobierno, quien les prometió que continuaría esforzándose por la pronta reunificación de las familias.
Pero en cuanto a la posibilidad de "castigar" económicamente a Corea del Norte con el propósito de obligar al país comunista a reanudar el diálogo bilateral, estancado desde octubre, el mandatario japonés mostró cautela y señaló la necesidad de "estudiar varias situaciones".