LD (EFE) En una rueda de prensa celebrada en Tokio, el ministro portavoz del Gobierno, Shinzo Abe, declaró que su país se encuentra decepcionado con el fracaso de las negociaciones celebradas en Pekín durante cinco días entre delegaciones oficiales japonesas y norcoreanas.
Shinzo Abe no descartó la posibilidad de que el Gobierno al que pertenece adopte una "línea más dura" con Pyongyang para resolver el asunto de los ciudadanos japoneses secuestrados por agentes norcoreanos en la década de setenta y ochenta para que sirvieran de profesores de idioma japonés en las escuelas de espías de Corea del Norte.
El ministro dijo que Tokio no tiene otra salida que considerar el "incremento de presión" sobre Corea del Norte para que puedan avanzar las negociaciones sobre los secuestros de ciudadanos nipones y en torno a otros temas candentes entre ambos países. "Estamos en una posición en la cual no podemos permitir que prolonguen (sin resolver) la cuestión de los secuestros", afirmó.
En la reunión específica que sobre este tema celebraron el martes en Pekín representantes norcoreanos y japoneses, no se alcanzó acuerdo alguno que pudiera satisfacer a Japón, que reclama datos veraces sobre la suerte de al menos once de sus ciudadanos.
En 2002, el régimen comunista permitió que cinco secuestrados, que no se incluyen en esa lista de once sobre la que indaga Tokio, regresaran a Japón. Del resto de ciudadanos raptados por Pyongyang, el Gobierno comunista afirma que ocho murieron y que el resto nunca pisaron territorio norcoreano.