LD (Agencias) En declaraciones a la BBC , Straw señaló que va a empezar unas negociaciones para lograr una resolución de la ONU sobre la posguerra, que conceda a Naciones Unidas un papel preponderante en la supervisión de un nuevo régimen en Irak. Sin embargo, precisó el titular del Foreign Office, “el propósito de esa iniciativa no es que extranjeros vayan a dirigir el Gobierno iraquí, aunque sí pueda haber asesores de otros países”.
Straw manifestó esta opinión un día después de que el diario The Guardian publicara que el Gobierno del presidente de EEUU, George Bush, ha mantenido reuniones secretas para organizar la nueva Administración de Irak tras el derrocamiento de Sadam Husein. Según el periódico, las conversaciones, interrumpidas por desacuerdos varios, giran en torno a la posibilidad de formar un Gobierno de transición con 23 ministerios, dirigidos todos ellos por responsables estadounidenses. El jefe de la diplomacia británica ni confirmó ni desmintió la noticia, pero insistió en que deben ser los iraquíes quienes gestionen su propio Gobierno y volvió a recalcar la necesidad de que la ONU desempeñe una papel de liderazgo en un Irak sin Sadam Husein.
Straw apuntó también que la reanudación del programa “Petróleo por Alimentos” de la ONU, aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad, demuestra una cierta mejora de las relaciones de Washington y Londres con sus socios europeos opuestos a la guerra. Desde que el 20 de marzo comenzó la ofensiva anglo-estadounidense contra Irak, el Gobierno británico ha tratado de “cicatrizar” las heridas abiertas por el conflicto entre antiguos aliados como Francia y Alemania. “Nos encontramos en una nueva fase de las relaciones con nuestros amigos en Europa. Ahora, vamos a iniciar conversaciones sobre resoluciones de posguerra” de la ONU, declaró el jefe de la diplomacia británica.
Straw manifestó esta opinión un día después de que el diario The Guardian publicara que el Gobierno del presidente de EEUU, George Bush, ha mantenido reuniones secretas para organizar la nueva Administración de Irak tras el derrocamiento de Sadam Husein. Según el periódico, las conversaciones, interrumpidas por desacuerdos varios, giran en torno a la posibilidad de formar un Gobierno de transición con 23 ministerios, dirigidos todos ellos por responsables estadounidenses. El jefe de la diplomacia británica ni confirmó ni desmintió la noticia, pero insistió en que deben ser los iraquíes quienes gestionen su propio Gobierno y volvió a recalcar la necesidad de que la ONU desempeñe una papel de liderazgo en un Irak sin Sadam Husein.
Straw apuntó también que la reanudación del programa “Petróleo por Alimentos” de la ONU, aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad, demuestra una cierta mejora de las relaciones de Washington y Londres con sus socios europeos opuestos a la guerra. Desde que el 20 de marzo comenzó la ofensiva anglo-estadounidense contra Irak, el Gobierno británico ha tratado de “cicatrizar” las heridas abiertas por el conflicto entre antiguos aliados como Francia y Alemania. “Nos encontramos en una nueva fase de las relaciones con nuestros amigos en Europa. Ahora, vamos a iniciar conversaciones sobre resoluciones de posguerra” de la ONU, declaró el jefe de la diplomacia británica.