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Italia se suma a España y pedirá la revisión del reparto de poder y la herencia cristiana

La presidencia italiana de la Unión Europea prevé negociar "muy pocas cuestiones" de la futura Constitución, entre ellas la planteada por España sobre el reparto de los votos, durante la Conferencia intergubernamental (CIG) que se abrirá el mes de octubre. Asimismo, Italia se suma a España y negociará la incluisión de la herencia crisitiana en el texto constitucional. De esta manera, España cuenta con el respaldo de Reino Unido, Polonia e Italia, por el momento.

L D (EFE) Según anunció este viernes, el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, Italia pretende que los veinticinco gobiernos europeos lleguen en diciembre a un acuerdo político sobre las "pocas cuestiones" que ha dejado abiertas la Convención, y citó únicamente entre ellas la extensión del voto por mayoría cualificada y "el problema suscitado por España". "Nuestra intención es no reabrir el debate sobre los grandes temas ya abordados por la Convención", declaró el ministro a un grupo de corresponsales ante la UE invitados a Roma. La cuestión suscitada por España, "aunque no sólo por ella", dijo, "es diferente", porque mantiene que "se ha modificado el peso que obtuvo en Niza".

El Gobierno español no ha aceptado el capítulo institucional del proyecto de Constitución elaborado por la Convención de Valery Giscard D'Estaing, porque introduce un nuevo sistema de voto en el seno del Consejo de ministros de la UE que supone para España la pérdida de peso específico respecto a los estados más poblados. Según Frattini, este asunto, así como la posibilidad de ampliar todavía más el campo de decisiones por mayoría cualificada, serán abordados por la Conferencia intergubernamental que se abrirá en octubre y que debería, según él, conducir a resultados "en diciembre".

El presidente de turno del Consejo de la UE advirtió de que Italia se esforzará al frente de la CIG en "ir adelante, no hacia atrás, respecto a los resultados de la Convención". "Necesitamos que el tratado constitucional sea firmado después del 1 de mayo de 2004 y antes de las elecciones europeas de junio". Si las negociaciones de la CIG se prolongaran hasta comienzos de 2004, "correríamos el gran riesgo de no llegar a tiempo", insistió Frattini. Y remachó: "si tras dieciséis meses de trabajo (en la Convención), comenzamos otra vez desde el principio en los temas sensibles, entonces no habrá Constitución". Adelantó, asimismo, que la presidencia italiana se plantea proponer la introducción en el Preámbulo de la Constitución de sendas menciones al carácter laico del Estado y a la "tradición cristiana" de Europa. "No son dos principios contradictorios, porque el primero es la base de nuestras democracias y el segundo refleja la historia de la mayoría de nuestros pueblos", explicó. Frattini indicó que durante el verano se dedicará a recabar de todos los socios europeos -los quince actuales y los diez futuros miembros- sus "prioridades y aspiraciones" para la CIG, con el fin de presentar a principios de septiembre, a sus colegas de la UE, en la reunión informal que se celebrará en Riva del Garda, una agenda detallada para la conferencia.

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