L D (EFE) Según el texto, la propuesta no contempla ni el sistema de votos en el Consejo ni la futura composición de las instituciones comunitarias (Parlamento y Comisión).
La presidencia italiana es partidaria de reflejar en el Preámbulo de la Carta Magna europea la "herencia" cristiana, pero también la naturaleza secular de las instituciones y de los Estados miembros de la UE, haciendo hincapié en el llamado principio de laicismo.
La presidencia italiana es partidaria de reflejar en el Preámbulo de la Carta Magna europea la "herencia" cristiana, pero también la naturaleza secular de las instituciones y de los Estados miembros de la UE, haciendo hincapié en el llamado principio de laicismo.
El ministro de Exteriores italiano y presidente de turno del Consejo de la UE, Franco Frattini, estuvo en el Parlamento Europeo este martes y anunció que su país apoya el sistema de votos de "doble mayoría" que propuso la Convención, una opción que cuenta con el apoyo de Francia y Alemania, pero es rechazada por España y Polonia, que prefieren el sistema actual de votos, basado en el Tratado de Niza. La "doble mayoría" consiste en que las decisiones de la UE tendrán que tomarse por una mayoría de Estados miembros que, además, representen al menos las tres quintas partes de la población total de la Unión.
"España será compensada, y nunca a la baja"
Para el ministro Franco Frattini, este sistema "garantizaría mucho más la toma de decisiones que el del Tratado de Niza, que favorece el bloqueo". "Si queremos favorecer el bloqueo, quedémonos con Niza y si no cambiemos el sistema", afirmó. Cuando fue preguntado por la oposición de España a este sistema, Frattini reconoció que "tiene derecho a votar en contra, es algo que ya suponemos", y aseguró que, si al final se adopta la "doble mayoría", que no le favorece, "España será compensada, y nunca a la baja".
A pesar de que es el asunto más espinoso en la negociación para la futura Constitución de la UE, la presidencia italiana no lo ha incluido en la iniciativa de compromiso que ha entregado a los ministros de Exteriores de los Quince, que ya se encuentran en Nápoles para participar en el "cónclave" sobre la Conferencia Intergubernamental. No obstante, la agenda de Nápoles incluirá un "debate" sobre este asunto, aunque la decisión final será adoptada en la cumbre de Bruselas, que se celebrará el 12 y 13 de diciembre.
Italia elude profundizar en los temas difíciles
Otro de los temas que no quedarán resueltos en Nápoles será la futura composición de la Comisión y del Parlamento Europeo. Respecto a la Comisión, la propuesta de la Convención incluye la reducción del número de miembros de 19 a 13, una opción rechazada por varios países, y algunos también consideran necesario redistribuir el número de escaños en la Eurocámara. Excepto en estos tres delicados temas, Frattini aseguró que "saldremos de Nápoles con todo resuelto", gracias a la iniciativa de compromiso que es "fiel" a la mayoría de propuestas de la Convención.
En el campo de la política exterior y de seguridad común (PESC), la presidencia italiana tiene previsto lanzar una propuesta novedosa respecto al sistema de votación. Tras afirmar que "existe bastante consenso respecto a la creación de un ministro de Exteriores de la UE", Frattini defendió que cuando esa figura de nueva creación haga una propuesta, la decisión final se adopte por "mayoría cualificada" y no por unanimidad, debido a "su capacidad de acción y actuación". El ministro de Exteriores será a la vez vicepresidente de la Comisión Europea (lo que los burócratas de Bruselas llaman el "doble sombrero") y presidirá el Consejo de ministros de Exteriores de la UE.
Respecto a la política exterior de seguridad y defensa (PESD), Frattini dijo que se basará en los "principios de inclusión, apertura y de estrecha colaboración con la Alianza Atlántica". Ello permitirá "que Europa desarrolle una política común a escala internacional, y que la OTAN siga siendo el pilar para la defensa atlántica".