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Italia manifiesta a Cuba su "indignación" mientras España elude entrar en una "escalada verbal"

Las autoridades italianas han reaccionado a los insultos proferidos por Fidel Castro contra el jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi, y a la "ofensiva" manifestación contra su sede diplomática en La Habana. El Ministerio de Exteriores de Roma ha convocado a la embajadora cubana, Prida de los Ángeles, para expresarle su "indignación". España, en voz de la ministra Ana Palacio, anunció que Madrid no entrará en una "escalada verbal de declaraciones".

L D (Agencias) El secretario general de Asuntos Exteriores del Gobierno italiano, Giusseppe Baldocci, convocó a la embajadora cubana en Roma, Prida de los Ángeles, para expresarle su "profunda indignación" por las "inauditas y ofensivas" expresiones usadas por el dictador Fidel Castro contra el primer ministro Silvio Berlusconi, a quien propuso rebautizar como "Burlesconi". Fuentes diplomáticas aseguraron que Baldocci negó que la administración italiana, junto a la española, sean los artífices de las sanciones políticas impuesta contra la isla por la Unión Europea tras el encarcelamiento y ejecución de disidentes cubanos. El funcionario también explicó a la embajadora que para su Gobierno, la manifestación que Castro encabezó contra las embajadas española e italiana es un "acto deplorable".

Otros sectores del Gobierno italiano han reaccionado a los insultos proferidos por Fidel Castro. Así, el presidente de la Cámara de Diputados italiana, Pierferdinando Casini, calificó de "vergonzoso" el ataque del líder cubano a los gobiernos de España e Italia. "Que un tirano como Fidel Castro se permita atacar a (los jefes de Gobierno italiano y español) Silvio Berlusconi y José María Aznar es simplemente vergonzoso", dijo Casini tras entrevistarse con una delegación de disidentes cubanos. La actitud del presidente cubano también ha suscitado críticas desde los partidos políticos. El diputado Dario Rivolta, que pertenece a Forza Italia (el partido de Berlusconi), calificó de "inaceptable" la marcha frente a las embajadas. Pietro Folena, dirigente de los Demócratas de Izquierda (DS), manifestó que lo sucedido es "un preocupante signo de intolerancia que confirma la involución en marcha en esa isla tras las condenas y ejecuciones de hace varias semanas".

En España, fuentes diplomáticas han asegurado al periódico ABC que el Gobierno no desea "bilateralizar" un contencioso "que deriva de una decisión adoptada por unanimidad en el seno de la Unión Europea y que no fue promovida por nuestro país, sino propuesta por la presidencia griega". Por ello, las mismas fuentes consideran que debe de ser la UE la que aborde el conflicto en la próxima sesión del Consejo Europeo a celebrarse en Salónica, Grecia. Sin embargo, las autoridades se han mostrado "sorprendidas", dice el diario, por la actuación del régimen de Castro porque "consideran que infringen las habituales prácticas diplomáticas". Sobre el posible cierre del Centro Cultural Español de La Habana, anunciaron que "España actuará en consecuencia". El rotativo también afirma que, el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso, Felipe Alcaraz, declaró que "comprende las protestas de Cuba y acusó a José María Aznar de promover un cerco a la isla sin romper relaciones".

Desde el Gobierno, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, dijo este jueves que "no existe ningún boicot" español contra Cuba. "Lo que hay es una respuesta de España y de la Unión Europea frente a las flagrantes violaciones de los derechos humanos y de las garantías que establecen los tratados internacionales", explicó. En su opinión, el Gobierno cubano es "muy libre" de organizar manifestaciones, pero "lo que tendría que hacer es garantizar los derechos humanos de sus ciudadanos". Rato también pidió a la dictadura castrista que "no desvíe la atención" con este tipo de actos y acometa "un cambio de actitud" en la defensa de los derechos humanos, según informa EFE . Por su parte, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, recordó al régimen de Castro que las sanciones aprobadas por la Unión Europea la semana pasada se deben a la situación "preocupante" de los derechos humanos en la isla y que dichas decisiones siempre se toman "por consenso", informa Europa Press .

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