Israel sólo aceptará un alto al fuego si Líbano cambia de statu quo y devuelve a los soldados secuestrados

LD (EFE) Meir manifestó que el Gobierno israelí aceptará un cese de las hostilidades contra Hezbolá si se desarma a los terroristas libaneses, se impide a sus miembros regresar a sus posiciones originales en el sur del Líbano, devuelven sanos y salvos a los soldados capturados y se implementa la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU. Reiteró la postura oficial del Ejecutivo israelí de no hacer ninguna valoración de los debates previos acerca de un borrador franco-estadounidense, que se analiza en el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre el que se formulará una resolución destinada a llamar a las partes en conflicto a un alto el fuego.

 

El general israelí Kuperwasser analizó que el líder de Hezbolá, Hasan Nasrala, "cree que puede seguir dotando a Líbano de un elemento disuasorio (desde el punto de vista militar)", aunque explicó que "Israel ha preferido ignorar este hecho, a pesar de que conocía la capacidad de la milicia y los cerca de 13.000 proyectiles en su poder". Frente a posibles críticas a las operaciones militares israelíes en Líbano, que han reducido en gran medida la capacidad de Hezbolá de lanzar ataques contra Israel, Kuperwasser alegó que: "Destruir a Hezbolá no es como pedir una pizza, lleva su tiempo y requiere de equipos y sistemas avanzados en divisiones de infantería". Mencionó que a pesar de que los servicios de inteligencia militares conocían de la amenaza de la milicia terrorista, "no se estaba preparado para el 12 de julio", y puso de relieve el hecho de que muchos de los guerrilleros libaneses han sido "entrenados por miembros de la Guardia Republicana de Irán, incluso en ese país"

Asimismo, el general Kuperwasser abundó en que Israel parte de la premisa de que "no debe haber una vuelta al statu quo vigente", aunque reconoció que "el problema es encontrar la fórmula para cambiar la situación en Líbano". Matizó que es importante "entender que Hezbolá no defiende a la mayor parte del pueblo libanés, pues la organización cuenta con muchas identidades, como la libanesa, la terrorista, la chií, la siria y la iraní". Y subrayó que en la actualidad la milicia "se encuentra en una guerra crucial por su supervivencia, razón por la cual Irán y Siria han estado supliendo a Hezbolá de armamento y munición". Refirió que no sólo se trata de una batalla existencial para la propia Hezbplá, sino también para los países que la asisten y que por eso "temen que se ponga en práctica la resolución 1559, que supone la estabilización del Líbano". Apuntó que paradójicamente y pese al grave coste de víctimas civiles, "el mayor beneficiario de esta guerra será el Líbano", que "vive una oportunidad de oro, que debe ser aprovechada para cambiar la situación reinante".

Por último, afirmó que no se pueden fijar fechas para poner fin a las hostilidades y precisó que Israel lleva a cabo "una combinación del empleo de la fuerza militar y de vías diplomáticas" para solucionar el conflicto