L D (EFE) La ofensiva, que incluye la ocupación militar del norte de la franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de misiles de fabricación casera Al Kasam, contempla una guerra sin cuartel contra las dos organizaciones terroristas islámicas, dentro y fuera de los territorios palestinos. Y es que el Gobierno israelí ha decidido eliminar uno por uno a los dirigentes de ambos grupos terroristas, eternos enemigos de Israel y responsables de más de un centenar de atentados suicidas desde 1993, cuando comenzó el anterior proceso de paz de Oslo.
La muerte de 20 israelíes el martes en Jerusalén, en un atentado suicida del que se responsabilizaron los dos movimientos, fue la gota que colmó la paciencia del primer ministro Ariel Sharon. "La lista de ejecuciones que el gobierno decidió el miércoles por la noche echará mucha leña al fuego de la motivación de los palestinos para cometer más atentados en el talón de Aquiles de Israel", dice uno de los comentaristas militares más destacados de este país, Shimón Shifer, en un artículo que publica el Yediot Aharonot . La lista, da a entender el periódico, incluye a toda la cúpula del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), comenzando por su líder espiritual, el jeque Ahmed Yasín, e incluye también al liderazgo en el exilio.
Mientras, en Gaza, numerosos efectivos militares israelíes están concentrados en las afueras de esa franja territorial a la espera de una orden para invadirla. Se trata de fuerzas de infantería, zapadores, fuerzas blindadas y helicópteros, cuyo objetivo es tomar las zonas de Beit Hanún y Beit Lahíe en el norte de la franja autónoma, informó la radio púbica israelí. La operación sería la respuesta de Israel al lanzamiento en las últimas horas de más de 25 proyectiles de mortero contra los asentamientos judíos en Gaza y de ocho primitivos misiles Al Kasam -fabricados por Hamas- contra la ciudad de Sderot. Algunos de los proyectiles han causado únicamente daños materiales, informaron fuentes oficiales.
La muerte de 20 israelíes el martes en Jerusalén, en un atentado suicida del que se responsabilizaron los dos movimientos, fue la gota que colmó la paciencia del primer ministro Ariel Sharon. "La lista de ejecuciones que el gobierno decidió el miércoles por la noche echará mucha leña al fuego de la motivación de los palestinos para cometer más atentados en el talón de Aquiles de Israel", dice uno de los comentaristas militares más destacados de este país, Shimón Shifer, en un artículo que publica el Yediot Aharonot . La lista, da a entender el periódico, incluye a toda la cúpula del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), comenzando por su líder espiritual, el jeque Ahmed Yasín, e incluye también al liderazgo en el exilio.
Mientras, en Gaza, numerosos efectivos militares israelíes están concentrados en las afueras de esa franja territorial a la espera de una orden para invadirla. Se trata de fuerzas de infantería, zapadores, fuerzas blindadas y helicópteros, cuyo objetivo es tomar las zonas de Beit Hanún y Beit Lahíe en el norte de la franja autónoma, informó la radio púbica israelí. La operación sería la respuesta de Israel al lanzamiento en las últimas horas de más de 25 proyectiles de mortero contra los asentamientos judíos en Gaza y de ocho primitivos misiles Al Kasam -fabricados por Hamas- contra la ciudad de Sderot. Algunos de los proyectiles han causado únicamente daños materiales, informaron fuentes oficiales.