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Israel exige que Hezbolá deje de ser una amenaza para su seguridad antes de levantar el embargo sobre el Líbano

El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, ha declarado que su país dará pasos para aliviar el embargo contra el Líbano cuando se de cabal cumplimiento a la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU. Ese texto ordena el despliegue de quince mil "cascos azules" en la frontera. En la segunda jornada de la visita del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, Olmert pidió alcanzar un "acuerdo positivo" entre ambas naciones. Annan, por su parte, dijo que trabajará para lograr la liberación de los tres soldados israelíes secuestrados por las organizaciones terroristas de Hamas y Hezbolá.

LD (Agencias) En la conferencia de prensa celebrada tras el encuentro con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, dijo que su país aliviará el embargo decretado contra el Líbano cuando se de cabal cumplimiento de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad del organismo multilateral. Annan había pedido que las autoridades israelíes levantarán el bloqueo aéreo y terrestre tras el fin de la guerra no declarada contra Hezbolá.
 
El texto resolutivo instaba a ambas partes a suspender las acciones militares en territorio libanés y ordenaba el despliegue de unos quince mil "cascos azules" en la frontera antes del cuatro de noviembre. De ellos, unos cinco mil deberían ser soldados del Ejército de Beirut.
 
Olmert destacó que su Gobierno está dispuesto a iniciar "contactos directos" con las autoridades de Beirut. Dijo que "el pueblo israelí no tiene un conflicto con el Gobierno de Beirut, por lo que confío en que las condiciones cambien rápidamente y se logre un acuerdo positivo entre los dos países".
 
Annan declaró, por su parte, que hará todo lo posible por  lograr que sean liberados los tres soldados israelíes que permanecen secuestrados por terroristas de Hamas y Hezbolá. "Yo también soy marido y padre y entiendo el dolor de las familias", dijo para enseguida afirmar que exigió del Gobierno libanés la puesta en libertad de los militares. Apuntó que está convencido de la seriedad del liderazgo de Beirut y su voluntad de resolver ese asunto.
 
El secretario general de la ONU dijo que, en su opinión, los dos soldados capturados por Hezbolá, el pasado 12 de julio, siguen con vida. "Durante mi estancia en Líbano hablé sobre el asunto con los más altos dirigentes del Gobierno y con ministros de Hezbolá en el Gobierno y no tengo ninguna razón para pensar que no siguen con vida", dijo.
 
También expresó su compromiso de hacer todo lo posible para posibilitar la aplicación completa de la resolución de la ONU 1.701 y expresó su satisfacción con la decisión de los países europeos de enviar soldados para las fuerzas de interposición de la ONU en Líbano, cuyo despliegue precede a la retirada de las tropas israelíes del sur del país.
 
En respuesta a una pregunta sobre su visita a Teherán, Annán afirmó que "las declaraciones del presidente de Irán (Mahmud Ahmadineyad, contra Israel) son inaceptables. Israel es un miembro de la comunidad internacional reconocido por la ONU y tiene derecho a la seguridad". Y agregó que "no se pueden decir estas cosas, pero no obstante, no se puede acabar con Israel con declaraciones".

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