L D (EFE) En la operación participaron fuerzas del Ejército y de los servicios secretos, y su objetivo fue desmantelar infraestructuras usadas por el Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) para planificar y cometer atentados contra objetivos israelíes.
Uno de los muertos fue un niño palestino a consecuencia de disparos del Ejército, según fuentes palestinas. Otros dos palestinos murieron en un tiroteo en el campo de refugiados de Al-Amari, próximo a la capital administrativa de Cisjordania, mientras que el tercer muerto fue abatido tras haber lanzado una granada desde el interior de un edificio en el barrio Riad. En los tres casos se trata de integristas islámicos.
Asimismo, el Ejército demolió un edificio de cuatro plantas en el que supuestamente se escondía un miliciano del HAMAS, organización que fue el blanco principal de la redada. Un comunicado del Ejército indica que antes de la operación "se informó a la ANP de que las fuerzas israelíes no iban a entrar en la mukata", el complejo presidencial palestino. La advertencia fue necesaria porque de facto Israel tiene pendiente de aplicación, desde hace dos meses, una decisión gubernamental para el destierro del presidente Yaser Arafat.
Las tropas israelíes llegaron a la ciudad en decenas de todoterrenos y blindados y efectuaron las redadas con la ayuda de perros rastreadores. Portavoces militares han aseverado que más de 30 palestinos han sido arrestados y que están relacionados con ataques en los que han muerto cerca de ochenta israelíes. El Ejército israelí aseguró por su parte que ha descubierto y destruido dos laboratorios de explosivos en la ciudad.
Uno de los muertos fue un niño palestino a consecuencia de disparos del Ejército, según fuentes palestinas. Otros dos palestinos murieron en un tiroteo en el campo de refugiados de Al-Amari, próximo a la capital administrativa de Cisjordania, mientras que el tercer muerto fue abatido tras haber lanzado una granada desde el interior de un edificio en el barrio Riad. En los tres casos se trata de integristas islámicos.
Asimismo, el Ejército demolió un edificio de cuatro plantas en el que supuestamente se escondía un miliciano del HAMAS, organización que fue el blanco principal de la redada. Un comunicado del Ejército indica que antes de la operación "se informó a la ANP de que las fuerzas israelíes no iban a entrar en la mukata", el complejo presidencial palestino. La advertencia fue necesaria porque de facto Israel tiene pendiente de aplicación, desde hace dos meses, una decisión gubernamental para el destierro del presidente Yaser Arafat.
Las tropas israelíes llegaron a la ciudad en decenas de todoterrenos y blindados y efectuaron las redadas con la ayuda de perros rastreadores. Portavoces militares han aseverado que más de 30 palestinos han sido arrestados y que están relacionados con ataques en los que han muerto cerca de ochenta israelíes. El Ejército israelí aseguró por su parte que ha descubierto y destruido dos laboratorios de explosivos en la ciudad.