L D (EFE) "Para una solución legal –subrayó– estudiamos la ley y la aplicamos. Para una solución política, analizamos el problema y buscamos lo que resulte más adecuado para las partes, aunque no sea lo que más se ajuste a la ley".
"En este conflicto, el aspecto político es el más importante y si se somete a la Corte como un asunto legal, se convierte toda la cuestión en algo artificial, con lo que la solución se aleja", dijo.
La catedrática consideró que el muro de separación es uno de los principales temas que se deben tratar para alcanzar una solución definitiva al conflicto palestino-israelí y que incluye el estatus de Jerusalén, los asentamientos judíos en Cisjordania y la franja de Gaza, los refugiados y las fronteras. Por ello, la catedrática no considera lo más apropiado que el TIJ vaya a debatir el tema de la "valla de seguridad", porque "no se encuentra en una posición para examinar todos los ingredientes" del conflicto.
En su opinión, las negociaciones para resolver el conflicto palestino-israelí tienen "muchos aspectos muy complejos que se deben tratar conjuntamente, y no de manera fragmentada", para llegar a un arreglo definitivo. Lapidoth expuso los posibles argumentos de los treinta países -de entre 47 entidades que han presentado por escrito ante el TIJ su opinión sobre la barrera- que consideran que la Corte no tiene jurisdicción para deliberar sobre la legalidad de esa construcción.
La Asamblea General de la ONU fue el organismo que -tras una votación- instó al TIJ a expresar su opinión sobre la legalidad del muro, llamado "de la vergüenza" por los palestinos. Según Lapidoth, la decisión de la Asamblea General "es irregular" debido a que se trata de un asunto que ya ha sido abordado por el Consejo de Seguridad, que ha decidido adoptar la "Hoja de Ruta" para resolver en conflicto.
A pesar de todas estas reservas, la profesora reconoció que, a menudo, los estados que se ven afectados por la intervención del Tribunal ponen en duda su jurisdicción, y señaló que la Corte sólo ha rechazado deliberar en un conflicto una vez, en 1923, con lo que es poco probable que rechace tratar este asunto. Pero subrayó que la intervención del TIJ en este asunto podría "politizar ese organismo" lo que dañaría su prestigio.
Para la profesora, la polémica sobre el muro gira en torno a los daños causados a los palestinos, y se trata de un conflicto de derechos humanos: para los israelíes, el derecho a la vida y para los palestinos el derecho a la propiedad y a la libertad de movimiento. Hasta el momento se desconoce si Israel va a participar en la audiencia prevista para el próximo lunes 23 en La Haya, sede del Tribunal.
Las autoridades israelíes han presentado un documento con unos 200 folios con mapas y fotografías, y entre éstas las de decenas de atentados de suicidas palestinos que atravesaron el límite de Cisjordania y se inmolaron en ciudades de Israel.
"En este conflicto, el aspecto político es el más importante y si se somete a la Corte como un asunto legal, se convierte toda la cuestión en algo artificial, con lo que la solución se aleja", dijo.
La catedrática consideró que el muro de separación es uno de los principales temas que se deben tratar para alcanzar una solución definitiva al conflicto palestino-israelí y que incluye el estatus de Jerusalén, los asentamientos judíos en Cisjordania y la franja de Gaza, los refugiados y las fronteras. Por ello, la catedrática no considera lo más apropiado que el TIJ vaya a debatir el tema de la "valla de seguridad", porque "no se encuentra en una posición para examinar todos los ingredientes" del conflicto.
En su opinión, las negociaciones para resolver el conflicto palestino-israelí tienen "muchos aspectos muy complejos que se deben tratar conjuntamente, y no de manera fragmentada", para llegar a un arreglo definitivo. Lapidoth expuso los posibles argumentos de los treinta países -de entre 47 entidades que han presentado por escrito ante el TIJ su opinión sobre la barrera- que consideran que la Corte no tiene jurisdicción para deliberar sobre la legalidad de esa construcción.
La Asamblea General de la ONU fue el organismo que -tras una votación- instó al TIJ a expresar su opinión sobre la legalidad del muro, llamado "de la vergüenza" por los palestinos. Según Lapidoth, la decisión de la Asamblea General "es irregular" debido a que se trata de un asunto que ya ha sido abordado por el Consejo de Seguridad, que ha decidido adoptar la "Hoja de Ruta" para resolver en conflicto.
A pesar de todas estas reservas, la profesora reconoció que, a menudo, los estados que se ven afectados por la intervención del Tribunal ponen en duda su jurisdicción, y señaló que la Corte sólo ha rechazado deliberar en un conflicto una vez, en 1923, con lo que es poco probable que rechace tratar este asunto. Pero subrayó que la intervención del TIJ en este asunto podría "politizar ese organismo" lo que dañaría su prestigio.
Para la profesora, la polémica sobre el muro gira en torno a los daños causados a los palestinos, y se trata de un conflicto de derechos humanos: para los israelíes, el derecho a la vida y para los palestinos el derecho a la propiedad y a la libertad de movimiento. Hasta el momento se desconoce si Israel va a participar en la audiencia prevista para el próximo lunes 23 en La Haya, sede del Tribunal.
Las autoridades israelíes han presentado un documento con unos 200 folios con mapas y fotografías, y entre éstas las de decenas de atentados de suicidas palestinos que atravesaron el límite de Cisjordania y se inmolaron en ciudades de Israel.