LD (EFE) En declaraciones a la emisora de radio del Ejército israelí, el ministro de Justicia, Haim Ramon, dijo que "recibimos ayer (por este miércoles) en la conferencia de Roma la autorización 'de facto' del mundo...para continuar la operación, es decir esta guerra, hasta erradicar la presencia de Hezbolá del Líbano y su desarme".
El ministro añadió que la comunidad internacional dio a Israel ese beneplácito, en el caso de algunos "apretando los dientes", en el de otros "con una bendición". Según las crónicas, los representantes de veinte países y organizaciones decidieron en Roma "trabajar por lograr un alto el fuego" que deberá ser "duradero y sostenible". Esa portura ha sido interpretada por el Gobierno israelí como un respaldo a la política de erradicación de Hezbolá.
Por su parte, en una entrevista concedida al periódico argelino Liberté, el llamado secretario general adjunto de Hezbolá, Cheik Naim Kasem, afirmó que "combatiremos hasta la última gota de nuestra sangre". El "número dos" dice que su grupo es una formación política legal que forma parte del actual Gobierno libanés y que cuenta con el apoyo de una importante franja de la población del país.