LD (Agencias) Las fuerzas de seguridad palestinas recibieron este martes la orden de detener a los organizadores del último atentado suicida cometido en Jerusalén, según ha informado el ministro palestino de Información, Nabil Amr. “Discutiremos otras medidas porque entendemos la gravedad del momento. Tenemos que usar nuestra autoridad para contener este difícil situación y frenar estos acontecimientos negativos”, añadió a los reporteros que le entrevistaron. Ese ataque también obligó a que el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, decretara el rompimiento de los contactos con las organizaciones terroristas Hamas y la Yihad Islámica, de quienes trataba de obtener un compromiso para mantener una tregua hasta fin de año. Mazen acusó a los dirigentes de actuar con irresponsabilidad y “atentar contra los intereses nacionales palestinos”. Los dos grupos reivindicaron la masacre ocasionada en el interior de un autobús por el suicida Abdel Raed Hamid.
Ante el deterioro de la situación, la ANP ha pedido la urgente e inmediata intervención del llamado “Cuarteto de Madrid” –Rusia, ONU, UE y EEUU- para salvar en lo posible los compromisos arrancados en la Cumbre de Aqaba para la aplicación de la “Hoja de Ruta” del proceso de paz. En su llamado, la organización acusa a Israel del deterioro de la situación por “sus continuas operaciones militares, asesinatos, arrestos y destrucciones en todas las zonas palestinas”.
En Tel-Aviv, Sharon ha decidido responder al ataque por la vía militar pero antes "dará una oportunidad" a la ANP para que acabe con el terrorismo de Hamas. Según la radio pública, el Gobierno advertirá a Abu Mazen que si “fracasa” en combatir a ésa y a las otras organizaciones, será su Ejército el que lo haga. De esta manera, Sharon quiere dar, según la emisora, una oportunidad al proceso diplomático iniciado en la Cumbre de Aqaba del pasado 4 de junio, aunque lo hará bajo diferentes reglas del juego y cumpliendo el proceso al pie de la letra. Desde aquella cumbre, Tel-Aviv exige el desarme a los terroristas porque teme que cada vez sea más difícil hacerlo.
Minutos después del ataque, el Gobierno de Ariel Sharon suspendió las negociaciones con la ANP para el traspaso del control de Jericó y Kalkilia. Además, Shaul Mofaz, ministro de Defensa, ordenó al Ejército el cierre de Gaza y Cisjordania, lo que incluye la prohibición de entrar o salir de las ciudades, poblados y aldeas. De forma paralela y tras una reunión urgente, Sharon y los jefes de los organismos de seguridad adoptaron la aplicación de “algunas medidas operativas” de carácter secreto que ya han sido transmitidas al Ejército.
Ante el deterioro de la situación, la ANP ha pedido la urgente e inmediata intervención del llamado “Cuarteto de Madrid” –Rusia, ONU, UE y EEUU- para salvar en lo posible los compromisos arrancados en la Cumbre de Aqaba para la aplicación de la “Hoja de Ruta” del proceso de paz. En su llamado, la organización acusa a Israel del deterioro de la situación por “sus continuas operaciones militares, asesinatos, arrestos y destrucciones en todas las zonas palestinas”.
En Tel-Aviv, Sharon ha decidido responder al ataque por la vía militar pero antes "dará una oportunidad" a la ANP para que acabe con el terrorismo de Hamas. Según la radio pública, el Gobierno advertirá a Abu Mazen que si “fracasa” en combatir a ésa y a las otras organizaciones, será su Ejército el que lo haga. De esta manera, Sharon quiere dar, según la emisora, una oportunidad al proceso diplomático iniciado en la Cumbre de Aqaba del pasado 4 de junio, aunque lo hará bajo diferentes reglas del juego y cumpliendo el proceso al pie de la letra. Desde aquella cumbre, Tel-Aviv exige el desarme a los terroristas porque teme que cada vez sea más difícil hacerlo.
Minutos después del ataque, el Gobierno de Ariel Sharon suspendió las negociaciones con la ANP para el traspaso del control de Jericó y Kalkilia. Además, Shaul Mofaz, ministro de Defensa, ordenó al Ejército el cierre de Gaza y Cisjordania, lo que incluye la prohibición de entrar o salir de las ciudades, poblados y aldeas. De forma paralela y tras una reunión urgente, Sharon y los jefes de los organismos de seguridad adoptaron la aplicación de “algunas medidas operativas” de carácter secreto que ya han sido transmitidas al Ejército.