L D (Agencias) La lista con los presos palestinos que los servicios de seguridad israelíes consideran candidatos a su liberación asciende ya a cerca de 600, muchos de los cuales son culpables de delitos más graves que los contemplados en la lista inicial, si bien, según el Gobierno, ninguno de ellos tiene "las manos manchadas de sangre". Según el diario “Haaretz”, unos 430 de estos presos serán puestos en libertad hacia mitad de semana coincidiendo con la reunión que mantendrá Sharon en Washington con el presidente estadounidense, George W. Bush, uno de los garantes de la “Hoja de ruta”, el plan de paz para Oriente Medio que han aceptado israelíes y palestinos y que contempla la creación de un Estado palestino para 2005.
Esos presos, y también terroristas del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), excluidos en un principio de entre los excarcelables, se sumarán a otros 500 -de un total calculado en alrededor de 6.500-, cuya liberación ya fue aprobada y que en los próximos días comenzarán a salir de las cárceles y campamentos militares de detención en Israel y en Cisjordania. La decisión fue aprobada poco antes de que Sharon emprendiera viaje a los Estados Unidos, donde el martes próximo se reunirá con el presidente George W. Bush tras la conferencia de éste con el primer ministro palestino Mahmud Abás (Abu Mazen).
La aprobación de esas excarcelaciones de prisioneros islámicos coincidió con el levantamiento de dos barreras de control militar en Cisjordania, en los cruces de Sudra y el de Ein Arik. En el de Sudra, al noreste de Ramala, se registraron estallidos de alegría por parte de centenares de palestinos que aguardaban ser inspeccionados cuando los soldados israelíes se retiraron. "Este es un paso muy importante para las negociaciones de paz", declaró a la prensa el decano de la Universidad de Birn Zeit, Hana Naser, pues la eliminación de esa barrera facilitará el acceso a los 4.000 palestinos que estudian en el establecimiento.
El levantamiento de ese punto de control facilitará, entre otros, el acceso de estudiantes a la Universidad de Bir Zeit y el de campesinos de varias aldeas rurales a Ramala, capital administrativa y sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las autoridades israelíes, según fuentes militares, tienen intención de eliminar otras dos de esas barreras, a menudo focos de tensión y violencia, entre otros motivos debido a las prolongadas esperas y humillaciones por las que protestan los palestinos. La liberación de los pasos, lo que en Israel es interpretado como "gestos de buena voluntad" para promover el nuevo proceso de paz en marcha según la "Hoja de Ruta", permitirá el contacto entre los habitantes de Ramala, Naplusa, en el norte de Cisjordania, con los de Belén y Hebrón, en Cisjordania meridional. El Ejército israelí los levantó por orden del Ejecutivo con el argumento de que así podría controlar o detener a militantes de la resistencia contra la ocupación y a suicidas islámicos.
Esos presos, y también terroristas del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), excluidos en un principio de entre los excarcelables, se sumarán a otros 500 -de un total calculado en alrededor de 6.500-, cuya liberación ya fue aprobada y que en los próximos días comenzarán a salir de las cárceles y campamentos militares de detención en Israel y en Cisjordania. La decisión fue aprobada poco antes de que Sharon emprendiera viaje a los Estados Unidos, donde el martes próximo se reunirá con el presidente George W. Bush tras la conferencia de éste con el primer ministro palestino Mahmud Abás (Abu Mazen).
La aprobación de esas excarcelaciones de prisioneros islámicos coincidió con el levantamiento de dos barreras de control militar en Cisjordania, en los cruces de Sudra y el de Ein Arik. En el de Sudra, al noreste de Ramala, se registraron estallidos de alegría por parte de centenares de palestinos que aguardaban ser inspeccionados cuando los soldados israelíes se retiraron. "Este es un paso muy importante para las negociaciones de paz", declaró a la prensa el decano de la Universidad de Birn Zeit, Hana Naser, pues la eliminación de esa barrera facilitará el acceso a los 4.000 palestinos que estudian en el establecimiento.
El levantamiento de ese punto de control facilitará, entre otros, el acceso de estudiantes a la Universidad de Bir Zeit y el de campesinos de varias aldeas rurales a Ramala, capital administrativa y sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las autoridades israelíes, según fuentes militares, tienen intención de eliminar otras dos de esas barreras, a menudo focos de tensión y violencia, entre otros motivos debido a las prolongadas esperas y humillaciones por las que protestan los palestinos. La liberación de los pasos, lo que en Israel es interpretado como "gestos de buena voluntad" para promover el nuevo proceso de paz en marcha según la "Hoja de Ruta", permitirá el contacto entre los habitantes de Ramala, Naplusa, en el norte de Cisjordania, con los de Belén y Hebrón, en Cisjordania meridional. El Ejército israelí los levantó por orden del Ejecutivo con el argumento de que así podría controlar o detener a militantes de la resistencia contra la ocupación y a suicidas islámicos.