LD (EFE) El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, el rey Abdala II de Jordania, y el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, no lograron un acuerdo para emitir un comunicado conjunto final de la cumbre regional que junto al presidente de la ANP, Abú Mazen, celebraron en Sharm el-Sheik.
Los mandatarios si expresaron, en cambio, su apoyo unánime al mandatario palestino en su lucha contra el grupo terrorista Hamas. Así, Olmert anunció la liberación de 250 presos palestinos miembros del partido Al-Fatah que "no tengan las manos manchadas de sangre" y que se comprometan a no involucrarse "en actos terroristas".
Olmert también anunció una próxima serie de medidas económicas para desbloquear los fondos retenidos de los impuestos correspondientes a la ANP -no especificó cantidades–, con lo que "los habitantes de Cisjordania palparán los cambios que se harán en ese territorio". Un consejero del ministerio de Exteriores, Igal Palmor, precisó al margen de la reunión que se hará de manera escalonada y siempre que la ANP se comprometa a no entregar ese dinero a los terroristas en referencia a Hamas.
Por su parte, el portavoz de la oficina de Olmert, Miri Eisin, se refirió a la grabación del soldado israelí Guilad Shalit, secuestrado por grupos terroristas, incluido Hamas, desde hace doce meses y que fue hecha publica poco antes de la cumbre. Dijo que "el mismo grupo que mantiene secuestrado a Shalit es el que encabezaba el Gobierno palestino hasta que fue disuelto por Mazen (el pasado 17 de marzo)".
Hosni Mubarak, por su parte, dijo que en sus entrevistas bilaterales coincidió con sus interlocutores en "apoyar la legitimidad de Abú Mazen y la unidad de los territorios palestinos", en alusión, esto último, a la práctica ruptura entre una Cisjordania controlada por la ANP y una Gaza en manos de Hamas.