LD (Agencias) Silván Shalom, ministro de Exteriores, se ha pronunciado de nueva cuenta por expulsar a Yaser Arafat de los territorios autónomos palestinos por ser el principal obstáculo para la paz. Su opinión desveló, es compartida por nueve de los 19 miembros del gabinete de Ariel Sharon, tras la crisis que desembocó en la renuncia de Abu Mazen, primer ministro de la ANP. “Arafat debe ser expulsado por su implicación con el terrorismo. Ha hecho cualquier cosa por asesinar a los israelíes y bloquea cualquier posibilidad para que haya paz”, dijo Shalom.
En el mismo sentido se ha pronunciado el ministro de Salud israelí, Danny Naveh, quien ha advertido que “el daño que Arafat causa aquí es mucho más grande que si lo sacáramos de aquí”. Los medios de comunicación israelíes afirman que la mayoría del Ejecutivo de Sharon defiende esa determinación llegando a extremos como el del ultraderechista Uzi Landau, que exigió que Arafat "no sea inmune a nada", o la del todavía más radical Effi Eitam, que explicó que el actual conflicto desembocará en la muerte de líder palestino.
Desde EEUU, tanto el secretario de Estado, Colin Powell, como la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, se han mostrado de acuerdo en que el nuevo primer ministro tendrá que contar con autoridad real y poder unificar a las fuerzas de seguridad, divididas hoy entre los leales a Mazen y los de Arafat. Ambos, no obstante, rechazaron que pudiera ser una solución la amenaza de Israel de expulsar al presidente palestino y consideraron que esa opción sólo serviría para aumentar el prestigio del veterano dirigente entre su pueblo y darle más vía libre para actuar. En declaraciones al programa Fox News Sunday , Rice acusó a Arafat de haber “zancadilleado” a Abu Mazen e indicó que “no es una sorpresa que Arafat haya sido un obstáculo para la paz en el pasado, ahora mismo está siéndolo”.
En el mismo sentido se ha pronunciado el ministro de Salud israelí, Danny Naveh, quien ha advertido que “el daño que Arafat causa aquí es mucho más grande que si lo sacáramos de aquí”. Los medios de comunicación israelíes afirman que la mayoría del Ejecutivo de Sharon defiende esa determinación llegando a extremos como el del ultraderechista Uzi Landau, que exigió que Arafat "no sea inmune a nada", o la del todavía más radical Effi Eitam, que explicó que el actual conflicto desembocará en la muerte de líder palestino.
Desde EEUU, tanto el secretario de Estado, Colin Powell, como la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, se han mostrado de acuerdo en que el nuevo primer ministro tendrá que contar con autoridad real y poder unificar a las fuerzas de seguridad, divididas hoy entre los leales a Mazen y los de Arafat. Ambos, no obstante, rechazaron que pudiera ser una solución la amenaza de Israel de expulsar al presidente palestino y consideraron que esa opción sólo serviría para aumentar el prestigio del veterano dirigente entre su pueblo y darle más vía libre para actuar. En declaraciones al programa Fox News Sunday , Rice acusó a Arafat de haber “zancadilleado” a Abu Mazen e indicó que “no es una sorpresa que Arafat haya sido un obstáculo para la paz en el pasado, ahora mismo está siéndolo”.