L D (EFE) El texto aprobado por la Eurocámara recoge 336 escalas de vuelos sospechosos en Alemania, 170 en el Reino Unido, 91 en Portugal, 68 en España, 64 en Grecia, 57 en Chipre, 46 en Italia y 147 en Irlanda. "La cifra de los supuestos 147 vuelos –dijo Ahern– está enormemente inflada si se la compara con los sólo tres vuelos sospechosos identificados por el Consejo Europeo. El trabajo del Comité comenzó sobre la asunción de que dos más dos son cinco y a partir de ahí empezó a caer en picado".
Según el jefe de la diplomacia irlandesa, su Gobierno trasladó al citado Comité una propuesta que pedía una "revisión de la regulación de la aviación civil y del sistema de clasificación de vuelos", pero lamentó que no haya hecho nada al respecto. "Este Comité perdió la oportunidad de lograr cambios reales. Si hubiese estado menos obsesionado por anotarse tantos políticos y más interesado en asegurarse de que no hubiese 'entregas extraordinarias', debería haber considerado mis sugerencias para modificar la Convención de Chicago", dijo Ahern.
Este acuerdo, de más de medio siglo de antigüedad, no obliga a las compañías aéreas a suministrar información sobre sus pasajeros, tripulación o cargamento en vuelos en tránsito, recordó el ministro irlandés. A este respecto, Ahern anunció que continuará presionado a los organismos comunitarios pertinentes para que aborden una amplia reforma de las normas internacionales de aviación y que, para ello, cuenta con el apoyo de los Gobiernos español y portugués.
El documento aprobado este miércoles por el Parlamento Europeo confirma y condena que Estados Unidos haya empleado "sistemáticamente" un programa de "entregas extraordinarias" –detención extrajudicial y encarcelamiento de sospechosos de terrorismo en países terceros– tras el 11 de septiembre de 2001.
Entre esa fecha y finales de 2005, "al menos 1.245 vuelos" operados por la Agencia de Inteligencia Estadounidense hicieron escalas en aeropuertos europeos, si bien no todos estaban implicados en detenciones extrajudiciales, según el informe.
Desde el 2001, el Ejecutivo de Dublín ha puesto a disposición de Washington el aeropuerto de Shannon (al oeste de Irlanda), que sirve como base de aprovisionamiento para los aviones militares estadounidenses en tránsito hacia Afganistán e Irak, una situación que, según las autoridades irlandesas, no afecta a la tradicional neutralidad del país. También ha recalcado insistentemente que, mientras no haya pruebas, acepta las explicaciones ofrecidas por Estados Unidos, que niega la práctica de torturas o maltratos.
Según el jefe de la diplomacia irlandesa, su Gobierno trasladó al citado Comité una propuesta que pedía una "revisión de la regulación de la aviación civil y del sistema de clasificación de vuelos", pero lamentó que no haya hecho nada al respecto. "Este Comité perdió la oportunidad de lograr cambios reales. Si hubiese estado menos obsesionado por anotarse tantos políticos y más interesado en asegurarse de que no hubiese 'entregas extraordinarias', debería haber considerado mis sugerencias para modificar la Convención de Chicago", dijo Ahern.
Este acuerdo, de más de medio siglo de antigüedad, no obliga a las compañías aéreas a suministrar información sobre sus pasajeros, tripulación o cargamento en vuelos en tránsito, recordó el ministro irlandés. A este respecto, Ahern anunció que continuará presionado a los organismos comunitarios pertinentes para que aborden una amplia reforma de las normas internacionales de aviación y que, para ello, cuenta con el apoyo de los Gobiernos español y portugués.
El documento aprobado este miércoles por el Parlamento Europeo confirma y condena que Estados Unidos haya empleado "sistemáticamente" un programa de "entregas extraordinarias" –detención extrajudicial y encarcelamiento de sospechosos de terrorismo en países terceros– tras el 11 de septiembre de 2001.
Entre esa fecha y finales de 2005, "al menos 1.245 vuelos" operados por la Agencia de Inteligencia Estadounidense hicieron escalas en aeropuertos europeos, si bien no todos estaban implicados en detenciones extrajudiciales, según el informe.
Desde el 2001, el Ejecutivo de Dublín ha puesto a disposición de Washington el aeropuerto de Shannon (al oeste de Irlanda), que sirve como base de aprovisionamiento para los aviones militares estadounidenses en tránsito hacia Afganistán e Irak, una situación que, según las autoridades irlandesas, no afecta a la tradicional neutralidad del país. También ha recalcado insistentemente que, mientras no haya pruebas, acepta las explicaciones ofrecidas por Estados Unidos, que niega la práctica de torturas o maltratos.