La tecnología de fabricación de las cabezas nucleares se concoce como "implosión en dos puntos", y se mantenía en secreto entre EEUU y Gran Bretaña. Pero la documentación que desvela The Guardian, confirma que los científicos iraníes están probando estos componentes explosivos con fines militares.
Los expertos describen esta tecnología como "impresionante" y han insistido en que tiene que encontrarse urgentemente una solución diplomática a la crisis nuclear iraní.
Una vez dominada esta sofisticada tecnología, Irán busca la fabricación en cabezas nucelares más pequeñas y más simples que las actuales, para reducir su diámetro y hacer más sencilla su colocación en un misil.
Estas pruebas, confirman la evidente militarización del régimen iraní señalada por la OIEA, y sobre la que ya ha ha pedido cuentas a Ahmadineyad. El dossier que desvela las pruebas de experimentación, titulado "Posibles dimensiones militares del programa nuclear iraní", ya se encuentra en manos de las principales agencias de inteligencia occidentales.
Su director general, Mohamed ElBaradei ha dicho que ya la experimentación militar de Irán "parece haber sido derivados de múltiples fuentes en diferentes períodos de tiempo, y es lo suficientemente amplio y detallado que debe ser explicado por Irán".
Anteriormente ya se habían publicado extractos del dossier, pero no la referida a cabezas nucleares tan avanzadas. "Es impresionante que Irán pueda estar trabajando en este tipo de material", dijo a The Guardian un asesor de los gobiernos europeos sobre cuestiones nucleares.
Esto plantea ahora la cuestión de quién ha suministrado al régimen musulmán el material necesario para su desarrollo, y muchas fuentes apuntan a una red de contrabando nuclear, que en 2004 el científico paquistaní Did AQ Khan confesó dirigir.
La revelación de los documentos se produce en un momento de creciente tensión.. Teherán ha rechazado hasta ahora un acuerdo que eliminaría la mayor parte de las existencias de uranio enriquecido durante un año para sustituirla por las barras de combustible nuclear, que sería mucho más difícil de convertir en armas.
El OIEA está tratando de averiguar lo que los científicos y las instituciones que participan en los experimentos están haciendo ahora, pero por el momento no han dado respuesta. Tampoco han tenido éxito las reiteradas peticiones de la agencia para entrevistar a Mohsen Fakhrizadeh, cuyo nombre figura en la documentación, y es considerado como el padre del programa nuclear iraní.