L D (EFE) El programa nuclear iraní parece haber alcanzado un punto de no retorno y aunque aún queden varios años hasta que el régimen de los ayatolás pueda fabricar tecnología atómica, las afirmaciones del presidente iraní presentan un nuevo desafío que no debe dejar indiferente a ningún miembro de la comunidad internacional.
Este lunes se celebra el "Día Nacional de la Energía Nuclear" de Irán y era la fecha elegida por Mahmud Ahmadineyad para desvelar las supuestas "buenas noticias" sobre la carrera armamentística iniciada ahora hace un año. Irán "ha entrado en el grupo de países que producen combustible nuclear a nivel industrial", confirmó. Lo que indica que al menos dispone de 3.000 centrifugadoras para enriquecer uranio.
Estas fueron las palabras pronunciadas por el presidente fundamentalista en la planta de Natanz, a unos 300 kilómetros del sur de Teheran, y ante la presencia de las televisiones iraníes que emitieron el acto en el más riguroso directo.
"Irán es miembro de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) desde hace 35 años según las normativas del Tratado de No Proliferación Nuclear y tiene derecho además de producir el combustible nuclear, aprovechar todas sus ventajas", apuntó el mandatario chií con la intención de estirar el argumento de la legitimidad nacional.
Asimismo señaló que "todos los miembros están obligados a ayudar a los demás miembros y estos, por su parte, están obligados a no desviarse de las actividades pacíficas". Para el presidente Ahmadineyad "a pesar de no haber recibido estas ayudas, Irán ha cumplido con sus deberes".
Llegados a este punto, el Ahmadineyad aprovechó para lanzar un mensaje a navengantes: "el camino nuclear iraní es un camino sin vuelta y el pueblo iraní está decidido a acceder a la cumbre de la tecnologia nuclear".
En su discurso, tampoco faltaron las acusaciones a los países occidentales de enfrentarse a Irán y les aconsejó aceptar los derechos que tiene su país en esta materia. En el acto, también, participó el director de la AIEA, Golam Reza Agazadeh, quien calificó de "movimiento científico histórico" el proceso nuclear y aseguró que el programa marcha "a la velocidad adecuada".
Fue el 9 de abril de 2006, cuando científicos iraníes anunciaron haber alcanzado un enriquecimiento de uranio por encima del nivel necesario para producir energía de uso civil (3,5 por ciento). Una noticia que encendió las luces de alarma de la comunidad internacional pero que para el régimen islamista se convirtió en el "Dia Nacional de la Energía Nuclear".
Una prueba más de la estrategia seguida por el presidente Ahmadineyad para "vender" el programa nuclear como un asunto de seguridad nacional, un derecho legítimo del pueblo iraní.