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Irán acepta la vigilancia internacional sobre su programa nuclear

Irán ha defendido su decisión de permitir que la comunidad internacional controle su programa nuclear aunque al mismo tiempo ha amenazado con liberarse de ese compromiso ante "cualquier incumplimiento del acuerdo al que hemos llegado con la otra parte". La decisión se ha tomado al expirar el ultimátum de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), en el que exigía a Teherán que permitiera dicho control.

L D (EFE)
Según el compromiso alcanzado entre Irán y la AIEA, la República Islámica garantizará que sólo usará su energía nuclear para fines pacíficos, a lo que este país se comprometió hace una semana.

"Lograr el actual entendimiento es lo mejor que podíamos hacer", ha dicho el líder del sector conservador del régimen teocrático, el ayatolá Hasan Yannati, aunque ante precisó que "hay una línea roja que no se puede cruzar y que la marcan la independencia, dignidad y seguridad de la nación". "Si incumplen la promesa de no traspasarla, nos retiraremos del acuerdo", añadió el clérigo en el sermón del viernes santo musulmán en la Universidad de Teherán, considerada la principal tribuna política de Irán.

Prosiguen las protestas de exaltados

Secretario del conservador Consejo de Guardianes de la Revolución –importante instancia de decisión que en medios diplomáticos se homologa a un senado–, Yannati es uno de los dirigentes del régimen más cercanos al guía supremo iraní, Ali Jamenei. Su declaración supone un intento de calmar a los grupos radicales contrarios al acuerdo. De hecho, por segundo viernes consecutivo, cientos de jóvenes extremistas que habían acudido a las plegarias en las mezquitas se manifestaron al mediodía en el centro de Teherán para expresar su rechazo al compromiso.
 
No obstante las palabras ambiguas de Yannati, el líder religioso también se mostró muy duro con Occidente. "Hay que estar alerta porque hasta donde puedan van a tratar de destruir el sistema islámico", advirtió el ayatolá, para pedir a los jóvenes que, de ser necesario, sigan el ejemplo "del mártir Husein Fahmide". Fahmide era un adolescente que, en la guerra de los años 80 contra Irak, se inmoló como atacante suicida, al meterse bajo un carro de combate enemigo y hacer estallar varias bombas que llevaba adheridas al cuerpo. Yannati dijo a los jóvenes iraníes que conviertan a Fahmide "en vuestro símbolo".
 
Según portavoces diplomáticos, es previsible que las expresiones ambiguas, como las de Yannati, o de rechazo al acuerdo con la AIEA, como la de los jóvenes más radicales, prosigan al menos hasta la firma por Irán del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de Armas nucleares (TNP), previsto para antes del 20 de noviembre. A partir de ese momento, Irán se comprometerá a suspender cualquier operación de enriquecimiento de uranio, según contempla el acuerdo, y permitirá que los inspectores de la AIEA puedan inspeccionar sus instalaciones en cualquier momento.

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