L D (EFE) El ministro iraquí de Defensa, Hazim Shaalan, que mantiene un enconado enfrentamiento con Chalabi desde hace meses, detalló que el multimillonario chií está acusado de instigar decenas de asesinatos en el Kurdistán iraquí y sembrar la discordia entre los líderes kurdos, entre otros delitos. Shaalan dijo que "será arrestado y podría ser entregado a la Interpol. Uno de los cargos es que ha pretendido minar la reputación del Ministerio de Defensa. Esta medida se tomará después de la fiesta musulmanadel Aid".
Por su parte, Chalabi ha denunciado que el ministro de Defensa se ha apropiado de forma indebida de 500 millones de las arcas del Ministerio y ha colgado una serie de documentos en una página internet que vinculan a Shaalan con el depuesto presidente Sadam Husein.
El controvertido político chií, favorito durante un tiempo de EEUU para ocupar el poder en Irak, fue el líder de la oposición iraquí en el exilio, financiada por Washington, y después formó parte del Consejo de Gobierno interino estadounidense que auspició tras el derrocamiento del tirano. Sobre su cabeza pesa una orden internacional de búsqueda y captura solicitada por el Gobierno jordano, que le acusa del robo de decenas de millones de dólares y de causar la bancarrota, en 1989, del banco Petra, que él mismo dirigió.
Por su parte, Chalabi ha denunciado que el ministro de Defensa se ha apropiado de forma indebida de 500 millones de las arcas del Ministerio y ha colgado una serie de documentos en una página internet que vinculan a Shaalan con el depuesto presidente Sadam Husein.
El controvertido político chií, favorito durante un tiempo de EEUU para ocupar el poder en Irak, fue el líder de la oposición iraquí en el exilio, financiada por Washington, y después formó parte del Consejo de Gobierno interino estadounidense que auspició tras el derrocamiento del tirano. Sobre su cabeza pesa una orden internacional de búsqueda y captura solicitada por el Gobierno jordano, que le acusa del robo de decenas de millones de dólares y de causar la bancarrota, en 1989, del banco Petra, que él mismo dirigió.
Chalabi regresó a Irak durante las operaciones estadounidense y enseguida comenzó a levantar un imperio económico que le permitió dirigir muchas de las empresas más lucrativas dedicadas a la reconstrucción. Sin embargo, en los meses previos a la formación del Gobierno Interino ya fue perseguido por la Justicia tras una dura y soterrada lucha por el poder con el actual primer ministro, Iyad Alaui, y otros miembros del Consejo.
En mayo de 2004, tropas estadounidenses irrumpieron en la lujosa residencia que Chalabi ocupaba en el barrio de Al-Mansur, en el centro de la capital, y se incautaron de numerosos documentos. A partir de entonces, sus estrechas relaciones con Washington se deterioraron hasta el extremo de que la cadena CBS le acusó de espiar a favor de Irán.
En respuesta, el multimillonario reveló al régimen de Teherán que una fuente estadounidense le había filtrado que los servicios secretos norteamericanos habían descifrado los códigos de comunicación iraníes.
El partido de Chalabi, el Congreso Nacional Iraquí, es uno de los que concurrirán a las elecciones generales que tendrán lugar en Irak el día 30 de este mes. En los últimos meses, el político chií se había acercado a Irán y entrevistado en numerosas ocasiones con el clérigo rebelde chií iraquí Muqtada al-Sadr, instigador de las dos peores revueltas de la posguerra en Irak.