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ATACARON A SU BEBÉ Y EL PASAJE DEL TREN NO HIZO NADA

Indignación en Francia: Seis magrebíes llenan de esvásticas a una mujer por creer que era judía

Esta vez la reacción del parlamento, gobierno y sociedad ha sido unánime al condenar el último acto de antisemitismo en Francia. Una mujer de 23 años y su bebé de 13 meses fueron agredidos en un tren por seis jóvenes magrebíes que pintaron varias esvásticas en el vientre de la joven y tiraron a su bebé al suelo porque pensaban que eran judíos. El presidente de la República, Jacques Chirac, ha pedido que los autores “sean juzgados y condenados con severidad”.

Esta vez la reacción del parlamento, gobierno y sociedad ha sido unánime al condenar el último acto de antisemitismo en Francia. Una mujer de 23 años y su bebé de 13 meses fueron agredidos en un tren por seis jóvenes magrebíes que pintaron varias esvásticas en el vientre de la joven y tiraron a su bebé al suelo porque pensaban que eran judíos. El presidente de la República, Jacques Chirac, ha pedido que los autores “sean juzgados y condenados con severidad”.
L D (EFE)  La agresión en un tren de cercanías a una joven madre, a la que un grupo de jóvenes magrebíes pintó esvásticas en el vientre al creer que era judía, y de su hijo, al que tiraron al suelo, ha desatado una condena unánime en Francia, donde los actos de antisemitismo y racismo han aumentado en los últimos meses.

"Horror", "espanto", "indignación" y "vergüenza" fueron algunas de las numerosas reacciones provocadas por "esta odiosa agresión", como la definió el presidente francés, Jacques Chirac, que pidió que sus autores sean "juzgados y condenados con severidad".

Los agresores, de edades entre 15 y 20 años, tras arrancarle el bolso y registrarlo, encontraron un carné de identidad con una dirección en el distrito 16 de la capital, donde, según se defendieron los agresores "no hay más que judíos". Los jóvenes comenzaron entonces a empujarla e insultarla, le cortaron un mechón de pelo "como recuerdo" y, tras rajar su ropa con un cuchillo, le pintaron con un rotulador varias cruces gamadas en el vientre, mientras el resto de viajeros del vagón observaba la escena sin hacer nada.

Antes de huir precipitadamente, tiraron al suelo al bebé, que no resultó herido, al igual que la madre, quien denunció los hechos a la policía, que ya ha abierto una investigación.
 
Ningún pasajero del tren ayudó a joven

La brutal agresión y la pasividad de los pasajeros despertaron la indignación de todo el mundo político, desde Chirac al Parlamento, pasando por los partidos, sin distinción de ideologías. La Asamblea Nacional (Cámara Baja) ha abierto este domingo su sesión especial, destinada a continuar con el debate de la reforma de la Seguridad Social, con la repulsa de todos los diputados a "estos actos innobles", según su presidente, Jean-Louis Debré.

"Francia no puede aceptar pasivamente estas agresiones porque es el alma de nuestro país la que está en juego", dijo Debré, mientras el ministro de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, alertó "en nombre del Gobierno" de las "consecuencias mortales del odio, el antisemitismo, el racismo y la xenofobia para nuestra democracia".

La agresión produjo una cascada de reacciones políticas, procedentes desde la gobernante UMP, que calificó la agresión de "barbarie", hasta la oposición socialista, que, como la centrista UDF, pidió al Gobierno "medios excepcionales para encontrar a los culpables".
 
También la Liga de Derechos Humanos (LDH) condenó un acto "abyecto y horroroso" cometido "ante la indiferencia" y aseguró que ha llegado el momento de que "la sociedad entera se rebele contra el odio", mientras que la Liga contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) pidió una "respuesta" cuando "los nazis de los suburbios desafían a Francia".

El Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF) expresó su "espanto" ante esta "odiosa agresión" y la Unión de Estudiantes Judíos (UEJF) constató "con tristeza" cómo la actitud de los viajeros "contrasta con el llamamiento a la responsabilidad del presidente de la República".

Sólo en el primer semestre de 2004 hubo 135 actos y 375 amenazas contra judíos, más que los censados durante todo el año pasado, según los últimos datos del Ministerio del Interior, anunciados por el Gobierno el pasado viernes, al término del V comité interministerial de lucha contra el racismo y el antisemitismo.

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