L D (EFE) Según el anuncio, los duelos artilleros cotidianos y las frecuentes escaramuzas entre soldados de ambos países cesarán indefinidamente a partir de este miércoles a lo largo de los 760 kilómetros de la línea de control trazada por las Naciones Unidas que divide Cachemira entre Pakistán y la India desde la guerra que libraron en 1971 por ese territorio.
El pasado domingo, el primer ministro de Pakistán, Mir Zafarullah Khan Jamalí, anunció que su país dejaría de forma unilateral de disparar sobre la "línea de control" de Cachemira el 26 de noviembre, una vez finalizado el mes sagrado de ayuno musulmán del Ramadán e iniciada la fiesta islámica del Aid el Fitr. El jefe del Gobierno paquistaní, que ha insistido en la necesidad de unas negociaciones políticas, pidió a la India "una respuesta favorable" a este gesto en Cachemira pues, según dijo, "sin ella nuestra acción quedaría sin completar".
Este lunes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indio, Navtej Sarna, indicó que Nueva Delhi daría "una respuesta favorable" a la propuesta paquistaní, aunque apostilló que, "para que el alto el fuego sea total y permanente debe cesar la infiltración a lo largo de la línea de control". La India, antes de iniciar un diálogo político, exige a Pakistán que acabe con la infiltración transfronteriza de guerrilleros y terroristas separatistas musulmanes que desde hace 14 años luchan contra las Fuerzas Armadas y de Seguridad de la India, en un conflicto que según Nueva Delhi ha causado más de 60.000 muertes y alrededor de 100.000 según los rebeldes.
Antes de abordar la cuestión cachemir, desde el pasado abril ambas partes han reanudado las relaciones diplomáticas plenas y negocian medidas "de confianza" para normalizar las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas, los intercambios deportivos y otros asuntos de interés mutuo.
Por otro lado, el Gobierno de Nueva Delhi y la principal alianza de grupos separatistas musulmanes de la parte india de Cachemira, la Conferencia Hurriyat, han expresado su disposición a entablar por primera vez unas conversaciones sobre el futuro del territorio.