India reconoce la autoridad china en el Tíbet y prohibirá actividades contra Pekín desde su país

L D (Agencias) China e India, potencias nucleares que acogen a más de 2.300 millones de habitantes libraron sendas guerras fronterizas en 1962 y 1986, y estuvieron al borde de la ruptura de nuevo en 1998, cuando la India realizó varios ensayos con armas nucleares. Por ello ambas partes han calificado de "histórica" la visita a China del primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, la primera en la última década, ya que podría poner fin a 50 años de tensiones a ambos lados de la cordillera del Himalaya.

"China e India han escrito un capítulo histórico en sus relaciones bilaterales. Los frutos de esta visita marcarán el camino a seguir en el futuro", señaló Wen Jiabao, primer ministro chino, durante su encuentro con Vaypayee en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. Hasta ahora Pekín había reclamado que el reino de Sikkim, anexionado por Nueva Delhi en 1975, estaba dentro de su área de influencia. El cambio de postura china significa un importante avance para normalizar las relaciones entre los dos países más poblados del mundo ya que éste es uno de los puntos más conflictivos de sus numerosas disputas fronterizas.

Por su parte, India, además de reconocer de forma expresa la autoridad china sobre la región autónoma del Tíbet, se compromete a no permitir que desde su territorio los exiliados tibetanos organicen actividades contra el Gobierno de Pekín. No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores indio, ha asegurado que el acuerdo no afectará a la situación del Dalai Lama, quien encabeza un gobierno tibetano en el exilio desde la ciudad india de Dharmsala, al norte de India.