L D (Agencias) El juez de instrucción de Bruselas Jean-Claude Van Espen ha enviado una carta a Cresson informándole de las sospechas que pesan sobre ella por falsedad en documento, desvío de fondos y corrupción. Además de la ex funcionaria francesa, otros siete antiguos funcionarios europeos están implicados en este asunto y acusados de los mismos cargos. Estas ocho personas habrían favorecido a la firma Agenor en el marco del programa europeo de formación profesional "Leonardo".
Cresson, ex comisaria de Educación e Investigación, también es sospechosa de haber proporcionado, por motivos personales, un trabajo en la Comisión Europea a su antiguo dentista René Berthelot, ya fallecido. El caso se remonta a principios de 1999, momento en el que la eurodiputada belga Nelly Maes presentó una denuncia contra Cresson que fue aceptada por los tribunales al considerar que los presuntos delitos habían sido cometidos en territorio belga.
La ex comisaria, que fue primera ministra francesa entre 1991 y 1992, es sospechosa, principalmente, de la contratación irregular, entre 1996 y 1997, de su ex dentista. El “caso Cresson” fue un golpe para el Ejecutivo de Jacques Santer, que finalmente fue obligado por el Parlamento europeo a dimitir en bloque en marzo de 1999. El pasado enero, en el marco de su propia investigación, la Comisión pidió explicaciones a Cresson "en respuesta a las alegaciones según las cuales habría violado sus obligaciones durante su mandato como comisaria".
Cresson, ex comisaria de Educación e Investigación, también es sospechosa de haber proporcionado, por motivos personales, un trabajo en la Comisión Europea a su antiguo dentista René Berthelot, ya fallecido. El caso se remonta a principios de 1999, momento en el que la eurodiputada belga Nelly Maes presentó una denuncia contra Cresson que fue aceptada por los tribunales al considerar que los presuntos delitos habían sido cometidos en territorio belga.
La ex comisaria, que fue primera ministra francesa entre 1991 y 1992, es sospechosa, principalmente, de la contratación irregular, entre 1996 y 1997, de su ex dentista. El “caso Cresson” fue un golpe para el Ejecutivo de Jacques Santer, que finalmente fue obligado por el Parlamento europeo a dimitir en bloque en marzo de 1999. El pasado enero, en el marco de su propia investigación, la Comisión pidió explicaciones a Cresson "en respuesta a las alegaciones según las cuales habría violado sus obligaciones durante su mandato como comisaria".