LD (EFE) Cientos de militares rusos y paramilitares chechenos afectos al régimen instaurado por el Kremlin en Grozni tomaron este domingo la estación de ferrocarril desde donde partió el primer convoy que enlaza la capital chechena con Moscú desde hace cinco años.
Hasta ahora sólo funcionaba irregularmente un servicio de tren entre Moscú y Gudermés, ciudad dominada por clanes pro rusos del este de Chechenia, desde donde sólo se podía llegar a Grozni en automóvil y autocar, con alto riesgo para la vida de los viajeros.
La inauguración de la línea "Grozni-Moscú" era uno de los objetivos inmediatos del plan de recuperación de Chechenia que el Kremlin quiere acelerar ante los comicios presidenciales del próximo 29 de agosto en esta república rusa norcaucásica. El ministro de Desarrollo Económico y Comercio ruso, German Gref, prometió la semana pasada en Grozni que pronto comenzará la reconstrucción de las carreteras chechenas, tarea harto difícil pues están sembradas de minas y en cualquiera de las lomas y bosquecillos colindantes puede acechar un francotirador.