No sólo eso, la violencia de los terroristas de Hamas contra sus rivales políticos y aquellos de los que se sospechase que habrían colaborado con Israel ha tenido más formas siniestras: docenas de personas habrían sido secuestradas y torturadas, a otros se les ha disparado en las piernas ("una práctica muy extendida" según HRW) y, además, la inmensa mayoría de estos crímenes ha quedado impune.
El informe, titulado "Bajo el pretexto de la guerra", recoge de forma detallada las cifras de la represión de Hamas en Gaza: a las 32 personas asesinadas habría que añadir las 49 que habrían recibido disparos en la piernas y otras 73 que fueron secuestradas y golpeadas, muchas de ellas llegando a sufrir roturas en brazos y piernas.
Se da incluso el peculiar caso de un palestino del que se sospechaba que podría estar colaborando con Israel y que fue asesinado por sus propios familiares "para recuperar el honor de la familiar".
Por desgracia, todo este tipo de acciones no son nada nuevo en Gaza, la práctica de tirotear las piernas de enemigos políticos, por ejemplo, se inició en junio del 2007 cuando la banda terrorista Hamas desplazó violentamente a Al Fatah de todas las estructuras de poder en Gaza.
Impunidad absoluta
A pesar de que todos estos comportamientos están prohibidos por las propias leyes de la Autoridad Nacional Palestina, hasta ahora ni los oficiales de la seguridad de Hamas ni los enmascarados sin identificar que en ocasiones perpetran estas atrocidades han tenido que enfrentarse la justicia por ellos.
A pesar de ello algunos portavoces de los terroristas de Hamas, como Ghazi Hamad, han declarado en diversas ocasiones que se trata de "algunos errores cometidos por miembros de Hamas" pero que "no es una política adoptada por sus líderes".
Para HRW la cuestión no es tan sencilla y, si bien en el informe se afirma que "es difícil determinar que los abusos documentados son el resultado de una decisión política de los líderes de Hamas", también se dice que "la frecuencia y la cantidad de casos documentados hacen pensar que sí es así".
"En cualquier caso – remarca el informe – las fuerzas de seguridad de Hamas no están haciendo lo suficiente para prevenir o castigar estos abusos".
Tampoco Cisjordania es un paraíso
En la otra zona bajo control palestino, Cisjordania, la situación no es mucho mejor, aunque los papeles cambian y en ese caso las víctimas son los palestinos pertenecientes a Hamas o cercanos a la organización terrorista y los verdugos los miembros de Al Fatah o los oficiales de seguridad de la ANP.
El comportamiento es, en cualquier caso, algo menos brutal, ya que en el mismo periodo al que hace referencia el informe se han recogido hasta 31 denuncias de palestinos que habrían sido torturados retenidos y torturados dentro de Cisjordania.