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Humala y sus "planes" nacionalistas para el Perú

Ollanta Humala -que ocupa el primer lugar de las encuestas- presenta un plan de gobierno que prevé más impuestos y "ajustes" a la libertad de prensa.

Ollanta Humala -que ocupa el primer lugar de las encuestas- presenta un plan de gobierno que prevé más impuestos y "ajustes" a la libertad de prensa.

Algo extraño sucede en el Perú: pese a las grandes cifras macroeconómicas que viene registrando en la última década (el registro de febrero es de alrededor del 10%), el candidato nacionalista Ollanta Humala se ha colocado en el primer lugar de diferentes encuestas aunque en su plan de gobierno propone un cambio radical del manejo económico del país, que incluye entre otras cosas, un aumento de los impuestos. Esto podría traer incertidumbre entre los inversionistas, tal y como advierten muchos analistas.

 

Pero eso no es todo. Además de ese cambio en la política económica, Humala parece querer una prensa "ordenada" a imagen y semejanza de lo que tiene en Venezuela Hugo Chávez, para muchos su gran padrino en esta campaña electoral, tal y como parece haber confirmado el propio bolivariano en sus palabras que le dedicó durante su visita oficial a Uruguay calificándolo de "buen soldado". Es decir, no quiere a una prensa que pueda traerle problemas, y también tiene planes concretos para ellos, con acciones muy similares a las del venezolano y también a las de la dictadura del general peruano Juan Velasco Alvarado (1968-1975) cuando confiscó los medios de comunicación de sus legítimos propietarios.

 

Un previsible aumento de impuestos

 

En la página 70 de su plan de gobierno que ha titulado "La gran transformación", Humala señala que "para que el Estado pueda cumplir con sus funciones (...), el objetivo de la reforma debe ser elevar la presión tributaria hasta ubicarla, en una primera etapa, entre 18% y 20% del PBI". Es decir, propone una reforma tributaria con medidas bastante claras.

 

En primer lugar propone "elevar el peso de los impuestos directos mediante el aumento de la tasa de impuesto a la distribución de las utilidades de 4.1% a 5.6%" con el objetivo de que el impuesto a la renta suba hasta el 35%, una cifra que tiene Chile, según su mismo plan señala, algo que por cierto no pasa desaparecido ya que dicho país no es exactamente de los favoritos del nacionalista. Además, quiere aumentar el impuesto al patrimonio reajustando "el valor de la propiedad predial". En otras palabras, los propietarios de inmuebles tendrán que pagar más impuestos, al igual que los que reciben una herencia.

 

También se aprovechará del avejentado parque automotor peruano: "Ampliar la base tributaria del impuesto vehicular, extendiendo, de manera concertada, el impuesto a vehículos con más de tres años de antigüedad". Sin duda, en este punto afectará a una enorme porción de los propietarios de vehículos ya que se trata de un parque automotor que promedia los 15 años de antigüedad.

 

Tampoco se salva la industria minera, sin duda una de las más importantes del Perú, y que ha sido materia de polémica y discusión durante toda la campaña electoral. Humala propone "establecer el impuesto a las ganancias extraordinarias en las actividades mineras para financiar las políticas sociales" llegando a tasas de entre 40% y 45%.

 

La prensa, en el punto de mira

 

Y como no podía ser de otra manera, Humala tiene entre sus objetivos a la prensa para igualarse a la relación que existe entre los medios de comunicación y Hugo Chávez en Venezuela. Por eso, en la página 57 de su plan de gobierno señala claramente sus intenciones.

 

Entre sus propuestas está la "elaboración de una ley de comunicaciones audiovisuales que establezca un reparto equitativo y plural de los medios entre distintas formas de propiedad (privada, pública y social)", según él para "incorporar las distintas perspectivas de las organizaciones de la sociedad civil, garantizar la libertad y pluralidad de la información y opinión, y recuperar el carácter de servicio público de los medios masivos de comunicación". Por eso, quiere crear un consejo público que se encargará de "evaluar las concesiones del espectro radioeléctrico" y toma como referente el "reciente modelo argentino", que provocó muchos problemas entre los medios de comunicación y el gobierno de Cristina Fernández. Dice Humala que lo que quiere es asegurar "que los medios estén al servicio de la democracia". Democracia, según su propio significado, claro.

 

Ese ultranacionalismo que no puede ocultar

 

Aunque hay muchos puntos controvertidos, resalta también lo expuesto en la página 81 donde habla de la nacionalización de actividades estratégicas. En su característico discurso antisistema, apunta que "las políticas neoliberales han permitido a las empresas extranjeras usufructuar de la explotación de nuestros recursos naturales" y que "el Perú como nación no ejerce soberanía sobre sus recursos naturales ni sobre sus actividades estratégicas para el desarrollo".

 

Por eso, se plantea "recuperar la soberanía sobre los recursos naturales" para lo cual quiere "cambiar la Constitución de 1993 para devolver al Estado peruano la libre disponibilidad de sus recursos en beneficio de todos los peruanos". Muchos creen que esta sería una de las excusas que pondría para proponer ese cambio además de otros como el de la reelección, una casi obligación para los gobernantes del bloque bolivariano.

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