LD (EFE) "La fórmula es sencilla: cazar al presidente, dejar que se desate el caos en el país y entonces llamar a EEUU para que ponga orden y, de paso, la mano sobre las reservas petroleras más importantes del hemisferio occidental", denunció el presidente Hugo Chávez.
El supuesto plan, según Chávez, habría sido diseñado en EEUU, Bogotá y Caracas, con la colaboración de las oligarquías colombiana y venezolana y de sectores radicales del anticastrismo afincado en Miami (EEUU).
Chávez afirmó que "los planificadores sabían que ese grupo de hombres no podía derrocar al gobierno, por eso el objetivo era la cabeza del presidente, degollarlo. Tengo pruebas para afirmarlo de manera categórica". Añadió que su asesinato provocaría una desastre social "tan sangriento y de tal magnitud" que provocaría la intervención de EEUU y su instalación en los campos petroleros venezolanos.
El presidente subrayó que "si lograsen matarme estoy seguro que oiría desde la tumba el tremolar de un pueblo defendiendo la grandeza de esta tierra. No van a poder ni de una forma ni de otra. No nos van a imponer otro gobierno que no sea el que el pueblo quiera". Señaló que "si lograsen su objetivo, esta oligarquía se iba a arrepentir por quinientos años. Y no sólo la oligarquía, porque una arremetida sangrienta contra Venezuela, promovida por el imperialismo estadounidense y sus lacayos, tendría una respuesta contundente de muchos pueblos de América Latina y el Caribe".