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Hillary y Obama salen a la caza de los superdelegados

Los candidatos a la nominación presidencial por el Partido Demócrata, los senadores Hillary Clinton y Barack Obama, empiezan a disputarse los apoyos de los superdelegados, cargos electos del partido que emiten su voto en la Convención Nacional y que podrían decantar la balanza hacia uno lado u otro. De los superdelegados que ya se han comprometido, un número mayor lo ha hecho a favor de Hillary.

(Libertad Digital) Los superdelegados son elegidos o designados por el partido con asiento y voto no comprometido, es decir, libre, en la Convención Nacional que proclama al candidato demócrata a la carrera presidencial. Dentro del Partido Demócrata representan un 20% del total de votos, lo que en campañas tan ajustadas como la actual se convierten en un elemento decisivo.
 
La figura de los superdelegados se creó en 1982 con el objetivo de contrarrestar el voto más emocionado de las bases y dar voz a los "entendidos" de la política profesional y la estrategia electoral de cara a la campaña presidencial. En este grupo se encuentran gobernadores, congresistas, ex presidentes y otros funcionarios y personalidades del partido.
 
Dentro del Partido Demócrata los superdelegados tienen más peso que en el Partido Republicano que sólo representan un 10% del total de los votos de la Convención, (123 sobre 2.380 delegados). Los demócratas, sin embargo, cuentan con 796 superdelegados con lo que en el caso de que ninguno de los dos candidatos obtenga los 2.025 delegados necesarios ser nombrado candidato presidencial, esta figura sería decisiva.
 
Hillary, de momento, es quien está ganando esta batalla. No en vano, la senadora por Nueva York lleva más años en política por lo que está más arraigada en el partido y como es lógico cuenta con más apoyos.
 
De los superdelegados demócratas contabilizados la semana pasada que ya se habían comprometido,  211 lo habían hecho a favor de Hillary, mientras que Obama se quedaba en 127.
 
Así las cosas, los "superdelegados" son objeto de intensas campañas por parte de los dos senadores, según informan los diarios el New York Times y el Washington Post, y recoge Efe.
 
"Bombardeo de emails"
 
"Todos hemos sido bombardeados con correos electrónicos", dijo Donna Brazile, miembro del Comité Nacional Demócrata.
 
Tanto Obama como Clinton han reservado unas horas en su apretada agenda para llamar a los superdelegados y sus campañas también hacen todo lo posible para persuadir, con mucho tacto, a aquellos que creen más favorable a su candidato.
 
Clinton ha decidido contactar a los "superdelegados" por medio de amigos cuidadosamente elegidos, pero también a través de personalidades de peso, como la ex secretaria de Estado Madeleine Albright.
 
Según la prensa norteamericana, también su esposo, el ex presidente Bill Clinton -él mismo un "superdelegado"- y Chelsea Clinton se encargan de llamar a estos delegados.
 
Obama, por su parte, cuenta con Tom Daschle, ex líder de la mayoría en el Senado, así como con la Gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, y el senador John Kerry, candidato demócrata a la Presidencia en las elecciones de 2004.
 
"Ahora mismo ambos están intentando convencer a los "superdelegados" que aún no se han decidido; y lo tienen realmente difícil", afirmó Mike Berman, quien apoya a Clinton y participó en 1984 en la campaña de Walter Mondale, la última ocasión en la que los "superdelegados" jugaron un papel decisivo.
 

En aquel momento, los superdelegados apoyaron ampliamente a Mondale, lo que le convirtió en candidato demócrata en detrimento de Gary Hart, con el que había mantenido un cuerpo a cuerpo en las primarias y "caucus" del partido.

Diferencia de criterio

El hecho de que Hillary cuente con un respaldo mayor dentro el partido y por tanto de los superdelegados, ha llevado al senador de Illinois a pedir un cambio de criterio. Barack Obama considera que los superdelegados deberían respetar la decisión que se hayan tomado en las primarias o caucus de ese estado.

"Yo creo que si ganamos la mayoría de los estados y delegados por decisión de la mayoría de los votantes del país, sería problemático para los "superdelegados" cambiar la decisión de los votantes", señaló Obama desde Seattle (Washington). Hay que recordar que el senador afroamericano podría ganar en número de estados, como ocurrió en el Super Martes, con lo que si se impone este criterio, saldría claramente beneficiado.

Hillary Clinton, como no podía ser de otra forma, defiende la independencia y la libertad de criterio de los superdelegados.  "Se supone que los superdelegados, por su designación como tales, deben tomar su decisión de manera independiente", afirmó, en una conferencia en el estado de Maine, donde se celebran hoy los "caucus" de su partido, informa Efe.

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